Vimos hace pocos días el “renacimiento” de la peor opción que, como español, podía esperarse en el “histórico” Partido Socialista Obrero Español, PSOE, un partido que, dicen ellos –bien aleccionados-, tiene ciento treinta y ocho años de “historia”, eufemismo con el que sustituyen “antigüedad”, que no es, precisamente, sinónima.
El “nuevo” PSOE pieza a pieza: En el país de los ciegos, el tuerto es rey
