En la comida de entrega de premios de La Paseata reinó la cordialidad y el acto estuvo lleno de voces preclaras como en pocas reuniones tienen lugar
La primera edición de los premios de La Paseata convierte un sueño en realidad

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En la comida de entrega de premios de La Paseata reinó la cordialidad y el acto estuvo lleno de voces preclaras como en pocas reuniones tienen lugar
Hoy hace tres años que su monumento, obra de Salvador Amaya, se inauguró oficialmente y así, al recuperar su memoria, los españoles pudimos engrandecer la nuestra
he disfrutado de una comida con mis amigos, algunos venidos desde bien lejos, y asistido a una tertulia excepcional. Doy gracias al Cielo, a ese cielo que hoy he podido ver desde más cerca y pido que esto se repita en algún futuro no muy lejano. Gracias, Manuel, gracias, La Paseata