
«Corría el año de 1954 y un encargo de diseño publicitario se convirtió en lo que hoy sigue siendo un sello inequívoco de España que tiene sentido tener en cuenta. El toro indultado a eternidad»
!Y mira que se lo dije!
-Manolo, ese toro te mira, ¡Cuidado, ese te mata pa’ siempre!
Luego pensé, pa’ siempre se muere uno mismo…, pero ese toro…
Corría el año de 1954 y un encargo de diseño publicitario se convirtió en lo que hoy sigue siendo un sello inequívoco de España que tiene sentido tener en cuenta. El toro indultado a eternidad. El icono con el que cualquiera, por más que no sepa NADA, ni leer ni escribir; en Japón o Australia, en los lugares más recónditos, inimaginables del mundo, dice al verlo, España.
Fueron hasta quinientos en la geografía. Este año 2019, después de sesenta años, sobreviven sesenta mostrando su exquisita bravura y nobleza en las carreteras.
Bravura y nobleza, por la que definitivamente es imagen de esta Nación.

«Es probable que no haya hitos en el arte que sean tan enormes como para desdibujar en el tiempo el nombre de su creador. Manolo Prieto. Este es un caso»
Y Manolo Prieto…
Es probable que no haya hitos en el arte que sean tan enormes como para desdibujar en el tiempo el nombre de su creador. Este es un caso. Que no quiero decir, de ninguna manera, que se haya desdibujado el nombre de Manolo y su extensa obra.
Pero ese toro… ¡Ese toro te arrollo Manolo!
Y entonces cabe la pregunta, cuantos españoles piensan en el artista cuando ven a su amado » toro de las carreteras. » Al «toro de Osborne «. Ya ni hablar de los humanos del resto del planeta… Porque entiendo, no puede ser no amado.
¿Cuántos? ¿Cuántos que lo dejen salir de las carreteras o de la botella del brandy Veterano?
Y hago silencio ya, porque tratándose de este tema, lo importante es la imagen. Gloria a Manolo Prieto. (Puerto de Santa María, Cadiz, 1912- Madrid 1991): Borges termina una milonga diciendo «el tiempo es olvidó, y es memoria». Humildemente, recomiendo la memoria.