
“Devşirme significa colecta en turco, basada en el secuestro de niños cristianos en los Balcanes y que estuvo vigente desde comienzos del imperio en el XIV hasta el XVIII”
El Imperio Otomano durante los siglos XVI y XIX fue una de las potencias más importantes, con dominios que se extendían por el norte de África, Sudán, Oriente Medio y buena parte de Europa del este, con un importante papel en la esclavitud de europeos y levantinos cristianos, así como de africanos bantúes. Una de las notas más particulares del esclavismo otomano era la llamada devşirme, que significa colecta en turco, basada en el secuestro de niños cristianos en los Balcanes y que estuvo vigente desde comienzos del imperio en el XIV hasta el XVIII.
Estos niños en algunos casos se convertían en esclavos en caferías, baños turcos o como esclavos sexuales, y en otros eran convertidos al islam, educados y entrenados para formar parte de una élite militar, los jenízaros, que no solo tenía una gran influencia en el poderoso ejército otomano sino también importante influencia política, llegando a alcanzar grandes cotas de poder e incluso algunos de ellos convirtiéndose en líderes de facto, a pesar de que eran esclavos.

Nuestro príncipe de las Letras y soldado de Infantería Española, don Miguel de Cervantes Saavedra sufrió como sabemos la esclavitud en sus carnes. Fue capturado por una flotilla turca y estuvo cinco años apresado en Argel, donde trató de fugarse en vano en varias ocasiones, y finalmente trasladado a Estambul donde fue liberado por la Orden de los Trinitarios previamente mencionada. En su cautiverio sufrió torturas y maltratos.

Esa larguísima etapa de esclavismo que surge desde el mismo nacimiento del islam se extiende t supera el siglo XVIII que fue combatida con bravura por el mallorquín Antonio Barceló, uno de los más desconocidos y mejores generales de la historia de la Armada española, quien acabó con la piratería berberisca contra costas y barcos españoles después de varias incursiones contra Túnez y Argelia a finales del XVIII, bajo el reinado de Carlos III.

Como mudo testigo aún hoy podemos contemplar en la fachada de San Juan de los Reyes en la imperial Toledo los grillos y cadenas de españoles esclavizados por los musulmanes, presentados como exvotos y dejados en la fachada como memoria, esa que se nos secuestra cada día por falsos políticos y corrientes acomodaticias que la reinventan a su gusto.
Hoy día tenemos el esperpento comunista de Granada con políticos que dicen que Andalucía no es España, con la creación de una bandera que nada tiene que ver con Andalucía. Estos individuos le iban a durar dos minutos a los valientes de daesh… o quizá serían los primeros en empuñar el hacha para convertirse en cortadores de cabezas?.
A partir del siglo XVI muchos liberados colaboraban con las órdenes redentoristas mostrando en público el trato recibido durante el cautiverio y que era ofrecido en señal de agradecimiento por la liberación.

De ahí viene la costumbre que aún se conserva en muchos lugares de España de salir encadenado en las procesiones de Semana Santa haciendo de la Fe cristina liberadora de la esclavitud.
***
Tampoco sabia q salir en las procesiones con cadenas y grilletes atados a los tobillos significaba años de esclavismo otomano
Muy interesante artículo, como es habitual. Gracias, Josè Crespo.
Gracias María. Feliz domingo.