
«Recuerdo hoy, con las noticias que nos informan que cuatro juzgados españoles investigan la trama corrupta de las desaladoras de Zapatero»
Recuerdo hoy, con las noticias que nos informan de la penúltima infamia de Zapatero que cuatro juzgados españoles investigan la trama corrupta de las desaladoras del relator propuesto para traicionar a España: el surrealismo político en estado puro pero en esta ocasión aliñado con los orgasmos fingidos y provocaciones eróticas de los periodistas vendidos, y ese concepto que en mi viejo oficio, el periodismo, definí como el de las «autoéticas» para señalar a esos periodistas con carnet político sellado en el cerebelo y que, por «intereses superiores», los de sus ideales, secta al fin y al cabo, incluso llegan a obviar preguntas imprescindibles si realizan una entrevista a cualquiera de los responsables designados por su «líder». El concepto oficial se estudia en las escuelas y universidades y se denomina «manipulación «.
A la cabeza me llegan un montón de nombres propios y un sinfín de ocasiones en los que, por política o lo que sea, algunos temas periodísticos, polémicas sociales o «primicias informativas» se convierten en publicidad, aliñada eso sí, con los recursos del periodismo. Prostitución en estado puro pero políticamente correcta. Y muestro un hilo concreto para el afanoso lector que quiera documentarse en busca del ovillo: A la llegada de Zapatero, y su PSOE al poder, proliferaron las noticias y reportajes sobre desaladoras que no eran mas que publireportajes de una política centrada en la abolición de la política hidraúlica trabajada por el PP y fundamentada sobre la utopía de la interconexión de las cuencas hidrográficas. Una auténtica herencia de la historia política reciente e ingeniería españolas, en las que también intervino, por cierto otro PSOE que a punto estuvo de liderar Josep Borrell. En ninguna de aquellas informaciones hubo periodismo, sino propaganda disfrazada. Incluso hoy en la página oficial de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, con el marchamo del Gobierno de España, hablan de las desalinizadoras, e ilustran el tema con dos preciosas fotos de la posidonia mediterránea. El chiste es ecológico para el que lo quiera comprender.
Pero en España al menos ha llovido, los embalses franquistas han recuperado su capacidad y no hace mucha falta, con la que está cayendo, que los periodistas y los políticos nos hablen de la carestía del invento y nos cuenten qué ha pasado con los planes gubernamentales de hace diez años que no se han cumplido en este importante tema del agua potable.
El caso es que hoy, atónito, compruebo que lo de los «autoéticas» traspasa al televisivo mundo de los periodistas. Y en los temas vitales que hoy verdaderamente nos preocupan a los españoles como el paro, el golpe de estado en Cataluña, la excesiva regulación de la cotidianidad a base de reales decretos, o el maltrato de género, por ejemplo, nuestros políticos no nos mienten. No. Es que, sencillamente, se creen que tienen razón, además de la sartén que hemos comprado todos, por el mango. Y si no por qué Leire Pajín dijo que decretaría la retirada de custodia a los padres maltratadores. Por qué Montilla decretó que los hoteles de cuatro y mas estrellas quedaban obligados a colocar tostadas de pan con tomate en el desayuno. Y por qué Zapatero no nos contó nunca que en el pago que realizó al PNV, les presupuestó y pagó, un museo del chacolí.
Tres pequeños ejemplos de aquello que Felipe González expresó a la perfección: …»Y dos huevos duros». Y se le olvidó que… Para beber y pasar el trago, agua de desaladora. Qué vergüenza.
¡Ya se acerca, se va acercando, la libertad, la justicia y la riqueza! Uf, ganas de que lleguen las elecciones y las ganen quienes las van a ganar. Poco importa mis apetencias, pero importa es que me duele los que se duelen. Sabido es que el dolor, el llanto, la tristeza de uno es el dolor, el llanto, la tristeza de todos. Lo que le ocurre a uno nos ocurre a todos. Ahí mi dolor por el dolor de tanto bloguero, tertuliano o cagatintas (que más da) por expulsar al réprobo. Sólo un poco de paciencia que ya se acerca, se va acercando, la libertad, la justicia y la riqueza.