
«Sánchez acelera el reloj del enfrentamiento desde el minuto uno de su presidencia en el gobierno de coalición con sus claras propuestas»
Sánchez acelera el reloj del enfrentamiento desde el minuto uno de su presidencia en el gobierno de coalición con sus claras propuestas : Su reunión ¡bilateral! con Torra, el nombramiento de Delgado como Fiscal General del Estado, la reforma del delito de sedición, el encuentro furtivo en Barajas con Delcy Rodríguez, el desprecio institucional a Juan Guaidó, el claro nepotismo y contratación a dedo de los suyos en la administración del estado… Parece como si estuviera convencido que lo importante es arrasar sin importarle que truenen las calles porque en España no pasanada desdce que Moratinos fue Canciller.
El espectáculo progresista debe continuar caiga quien caiga, aunque caigamos todos y por la necesidad de mercado no faltan ni amenazas, fallecimientos u onomásticas. Tic, tac, tic, tac. Sánchez ha acelerado el reloj en esta Europa que amanece hoy sin Gran Bretaña y ya ha olvidado a aquellos ideólogos del Partenón político, con el ideario santo de los sentimientos revolucionarios y de nombre Podemos o Syriza, que convirtieron la sociología griega en un erial sembrado con el veneno de Stalin.

«E intuyo que esos nuevos comunistas que gobiernan en España le olvidan mientras se acercan a la Venezuela de Maduro y hacen migas con Evo Morales»
E intuyo que esos nuevos comunistas que gobiernan en España le olvidan mientras se acercan a la Venezuela de Maduro y hacen migas con Evo Morales. Olvidan al Stalin asesino de mas de cincuenta millones de vecinos. A Ceaucescu y la colección de zapatos de su doña, o la tiranía albana, a los húngaros y polacos masacrados por la estrella roja. Tic, tac, tic, tac….
Y para ello, para que triunfe el nuevo nombre y domicilio social de los tiranos, el gobierno de coalición no dudará en salir a la calle, por el resentimiento y esos peros, y sin embargos, auténticos compromisos ideológicos capaces de obviar al canciller Moratinos de los gobiernos socialistas de Zapatero. Ahí les queda vestidito para la gloria de la alianza de las civilizaciones en una España en la que el nuevo vicepresidente Pablo Iglesias amenaza con su viejo reloj estalinista Primero tomamos la calle, luego tomaremos Berlín. Tic, tac, tic, tac…