
«Los tiempos políticos que corren son peligrosos para la salud mental, económica, moral y muchas cosas más del sufrido español…»
A veces, resulta sano limpiar la propia mente de la basura almacenada cada minuto de cada día. Los tiempos políticos que corren son peligrosos para la salud mental, económica, moral y muchas cosas más del sufrido español… ¡Cuidado!… ¡He dicho español!… ¿resultará eso un ataque a las normas del Facebuque o el mundo del Pajarito?… ¿Podría ser tomado como una ofensa denunciable por las hordas de justicieros contemporáneos, paladines a sueldo pertenecientes a diversos movimientos políticos… los de color nazareno, por ejemplo?…
¡No!, oiga, tranqui. A mí, ustedes, gentes exploradoras en busca de agravios me importan tanto como ese cuerpo redondeado que producen las hembras de las aves y otras especies animales y que contiene el germen del embrión y otras substancias destinadas a la nutrición del pollo durante su incubación. También: “Capsula de cera repleta de agua de olor que se tiraba en las Carnestolendas”; y cuyo nombre, es utilizado para denominar el testículo, ya sea este humano o de cualquier bestia de cuatro patas.
«Pero aunque la importancia sea esa, a veces, a causa de ardores viscerales de personajes particulares que se permiten juzgar y condenar a golpe de denuncia o de insulto barato»
Pero aunque la importancia sea esa, a veces, a causa de ardores viscerales de personajes particulares que se permiten juzgar y condenar a golpe de denuncia o de insulto barato, todo aquello que no se parezca a lo que dice su cabestro personal… Tranquilo de nuevo ciudadano intachable, cabestro quiere decir: “buey manso que se coloca delante de las reses bravas para que las guíe”, y es un estupendo calificativo para denominar al personaje político que encabeza algún partido y organiza la injerencia en las redes para bien de este, o sea, del bien amado líder, por supuesto.
Todavía sin decidirme, me planteo la posibilidad de utilizar alguna de esas preciosas expresiones que tiene la lengua española para agraviar a quien se lo merezca y que se llaman “Insultos”. De momento, solo repaso, para bien de mi memoria y para recordatorio lingüístico del público lector, diversos apelativos de la indignación. Y es que, la mierda está sobrevalorada por tanto mandar gente allí, que hasta un emoticón tiene en WhatsApp; y está muy vista, al igual que frases o palabrejas como “gilipollas” y otras, bastante habituales que pierden fuerza barriobajera por mor del excesivo uso.
«Ofrezco pues, en cristiano, hablando a mi propia hartura y a la de los demás, unos cuantos epítetos escogidos, adecuados para denominar a cierto personal que pulula por las redes»
Ofrezco pues, en cristiano, hablando a mi propia hartura y a la de los demás, unos cuantos epítetos escogidos, adecuados para denominar a cierto personal que pulula por las redes y que obedece a un natural excremental, dando la lata a sueldo de un postor; También, como posible terapia para gente harta de otra gente: que se están poniendo las redes imposibles con tanto mangoneo de unos y de otros.
Vaya pues, a la carta, algunos improperios españoles, y, “a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga”:
Mamerto, zascandil, falaz, zopenco, asno, badulaque, tuercebotas, mendrugo, tarugo, costroso, cutre, energúmeno, cenutrio, esbirro, estulto, gamborimbo, gaznápiro, gili, jactancioso, ladilla, malaje, mastuerzo, merluzo, onagro, pasmarote, porfiado, pringado, samugo, verraco, zote, fatuo, memo, berzotas, besugo, ceporro, sopla gaitas, sandio, lelo, percebe, cipote, melón, trolero, farsante, embaucador, viceverzas, cogecosas, metesillas, sacamuertos, urdemalas, culiparlante, melón. Papanatas, pelabombillas, perroflauta, cenutrio, tocapelotas. Mentecato, alcornoque, zopenco, sopla gaitas, mequetrefe, pazguato, pedorro, mameluco, paquete, zoquete, energúmeno, brasas, cazurro, berzotas, cebollino, cansalmas, cagalindes, vendehúmos, chiquilicuatre, mamporrero, robaperas, revientabaúles, cabestro, descerebrado, pardillo, pasmasuegras, gaznápiro, ovejo, estulto, zambombo, zamugo, papirote, orate…
«Bendita diversidad del lenguaje español, que tiene para una misma condición, la de papanatas por ejemplo, montones de adjetivos»
Bendita diversidad del lenguaje español, que tiene para una misma condición, la de papanatas por ejemplo, montones de adjetivos. En esta lista, por ejemplo, si deseáramos buscar significado concreto de cada uno de los insultos dichos, vendríamos a dar en que todos quieren decir lo mismo.
Y vuelvo a mi duda existencial del principio. ¿Utilizo alguno de estos puntos grises para la indignación, como son los insultos, o me quedo como estaba, hago una foto en color de mis ojeras y la pongo en el “Facebuque” para satisfacción de admiradores inversos, me fumo un cigarro en honor a los del cambio climático, engullo un buen churrasco argentino nadando en salsa, le juro a mi perro que jamás lo utilizare de excusa emotivo-flaútica en mi página, como hacen ese montón de perfiles falsos, morados o de otros colores, y me cuelgo los pendientazos enormes con la bandera de España que me tocaron en una tómbola?
No sé, estoy indecisa… ¿Y si viene un independentista y me corta las orejas?… ¡Ay!, que no me decido.
Muy bueno su escrito. Puede añadir entre los adjetivos Coprofago, por favor?