Conversaciones en el andamio: Doña Flora. Por Francisco Gómez Valencia

«Lo mejor de ir al quiosco es ver impasible a la más tranquila del barrio que de manera intemperita cuida de la más rabiosa actualidad, y me refiero a Doña Flora»
La verdad que hace tiempo que no soy fiel a ningún periódico en papel, más bien la necesidad se ajusta a la medida del fondo del cubo de la basura como medio tradicional para que en caso de fuga de líquidos, empape bien la podredumbre.
En todo caso y teniendo en cuenta la modernidad pues compro uno a la semana y si se tercia, algún librillo de esos que hacen bulto en el fondo de la estantería por hacer algo de gasto solidario.
Lo mejor de ir al quiosco es ver impasible a la más tranquila del barrio que de manera intemperita cuida de la más rabiosa actualidad, y me refiero a Doña Flora. Que decirles de ella; bueno pues que está muy gorda por la edad y tiene el pelo blanco con manchas rubias y le gusta demasiado el café solo y sin azúcar, de hecho a veces la llevo uno templadito.
Es dueña de un espacio en un rincón, respetada y respetable, sin inmutarse de si unos nos atropellan u otros nos echan cal viva en las heridas pero sí, ella está como dice la canción, “viendo pasar el tiempo”. Ella cuida de su fiel compañera, Doña Margarita, quiosquera de profesión y resignada de vocación, pues sabe que la protagonista es su fiel compañera de madrugones, de días de frío, lluvia o calor y ahí están las dos como digo yo, desde que se vendían periódicos de verdad, no como los de ahora, así que imagínense lo que lleva en el mismo sitio…
– Hola Margarita, la cojo el diario que hoy es sábado….
– Eso creo y por todo el día. Mire que es usted raro al comprar un periódico en sábado en vez de en domingo como casi todo el mundo.
– Como estamos…
– Ella genial, a mí me molestan los riñones, será el cambio de tiempo.
– Ya… Si los gatos hablaran ¿Verdad?
– Pues sí hablaran tendría un perro, que quiere que le diga. Me gusta que este ahí quieta y que este callada y así nos llevamos las dos bien, me dice Doña Margarita… El único momento en el que se mueve es cuando se acerca el Señor Eduardo para dar una vuelta al perro. Bueno y a estirar el hombre un poco las patas que ya sabe usted, dos que se acuestan en el mismo colchón, se vuelven de la misma condición.
– Que cosas dice Doña Margarita, si le escuchara seguro que diría que para perro ladrador y poco mordedor, ya está el…
– Deje, deje que así no se me enrolla con eso de la política, que está todo el día igual. Veo que hoy se lleva “El País”…
– ¡Ah! Si, es que vamos a cenar un buen pescadito y hay que poner doble fondo de papel en el cubo de la basura…
– Doña Margarita, se me queda mirando y se ríe de forma cómplice y le dice a su socia; ves Flora, otro cliente satisfecho, ya te dije yo que algo bueno teníamos que sacar de todo esto…
– Ya. ¿De que esto, perdón?
– Si claro; de la nueva era digital…
– Jajajajajaja, igual hasta tiene razón. Adiós Doña Margarita.
– Que pase usted un buen día @Sr_Gomez_
– ¡Anda la tecnológica! Jajajaja… dila algo Flora, que se te echa a perder…
– Jijijijiji… ¡Y leña al mono que es de goma!
¡VAMOS!
Sábado 17 de octubre, día de San Ignacio de Antioquía…