Conversaciones en el andamio. Cara de cemento. Por Francisco Gómez Valencia

Cara de cemento

«Se nota a la legua que es sabedor de que está falseando la verdad y nos está intentando engañar para seguir en el poder y perpetuarse si es posible»

Ayer mientras Alberto Núñez Feijóo presentaba su programa de Gobierno, Pedro Sánchez en el programa de nuestra Ana Rosa Quintana, “sancheaba”. 

El personaje mientras trataba de blanquearse a si mismo, se defendía del mundo haciéndose la víctima aunque como es un soberbio, acabó defendiendo la Ley del “solo sí es sí”, diciendo que es cosa buena. También afirmó que pensar lo contrario, forma parte de la sectaria opinión de los medios de derecha y de la propia periodista. Con su defensa a ultranza de lo suyo pese a estar profundamente equivocado, demuestra un profundo asco hacia todos los españoles que tengan una opinión contraria a la de “su sanchidad”.

Verbo «Sanchear»

Para Sánchez: las únicas mentiras absolutas son las del PP cuando los atentados del 11M con el Gobierno de Aznar, el cual inicialmente achacó la autoría de los atentados a la banda terrorista ETA, porque hay que recordar que había indicios. En todo caso, según el presidente, él es un político limpio, y lo corrobora apelando a que él nunca escribió ningún mensaje como el que Mariano Rajoy envió a Bárcenas.

Sánchez volvió a repetir su guion e incidió en qué él no ha cambiado de postura con respecto a Marruecos y que él, no es un obseso del Falcon. Bueno, podemos creerle si nos consideramos dentro del grupo de los estúpidos que lo votan, aunque lo cierto, es que el propio Rey de Marruecos en una carta filtrada a El País, nos mostró las nuevas condiciones a las que había llegado de acuerdo con el Presidente de España de manera unilateral. Como recordarán, se nos mostró a todos los españoles quien manda,  coincidiendo con el espionaje de los móviles del presidente y algunos ministros de su Gobierno, aunque Sánchez lógicamente dice que ambas cuestiones nada tienen que ver.

Del mismo modo, respecto al tema de “El Falcón”, el sigue defendiendo que no es un obseso de esa herramienta al servicio de las personalidades de España, y vuelve a incidir en que los compró Aznar. Y digo yo, qué más dará quien los comprara, si el tema más que demostrado es que este presidente en los 5 años, lleva utilizándolos discrecionalmente, y se ha demostrado que su uso (especialmente en fin de semana), viene condicionado por los mítines que da los sábados y domingos a partir de las 12:00 horas de la mañana, después de haber hecho alguna visita a cualquier empresa o institución convenientemente colocada adrede en la agenda presidencial. Pasar el tramite y ahorrar al PSOE los gastos, no tiene ni precio ni parangón.

El presidente también dijo que Cataluña ya no es un problema porque ahora la mayoría social la tienen ellos, y que si usted quiere ya puede pasear tranquilamente por Barcelona. Bien, no decimos que no sea cierto del todo, aunque es recomendable no llevar un buen reloj, ya que sabemos que a los amigos de lo ajeno (los que no comen fuet), en la ciudad condal les pirran los relojes. Sin duda, ahora que ya no está Ada Colau de momento y hay un alcalde socialista, veremos si la cosa mejora, aunque tenemos serías dudas.

Del mismo modo repitió una y otra vez que el hecho de que el Partido Popular haya firmado sus acuerdos de gobierno en ayuntamientos, y por supuesto en las comunidades autónomas que todos ya sabemos, es algo horrible y en ningún caso comparable, a que él haya pactado con los comunistas. De hecho, se ha sostenido gracias a todo el conglomerado Frankenstein, los cuales ya sabemos a dónde conducen a España, pero eso él lo ve normal. 

Desde luego defender tal postura obedece a que tiene más cara que espalda o lo que es lo mismo, tiene la cara de cemento, aunque los expertos inciden en que se retuerce sobre la silla, y el carácter cada vez que tiene una entrevista (especialmente si el periodista que le pregunta es de algunos de esos medios que él considera de derechas), se le avinagra. 

Pero claro, es que a ver cómo a uno no le cambia la cara cuando está defendiendo, que fue el Partido Popular el que congeló las pensiones cuando la crisis financiera, cuando todos recordamos a Zapatero en el Congreso, informando que había que congelarlas al igual que los sueldos de los funcionarios, y a él votando a favor. 

¿Sabes quien votó a favor de congelar las pensiones? Para muestra un botón. 

Zapatero en el Congreso

Pero es más, es que volvió a repetir que el Partido Popular rescató a la banca, cuando todos sabemos que a quien se rescató fueron a las cajas de ahorro, como por ejemplo Caja Madrid, en la que él era consejero y se llevaba su buena pasta junto a sus compañeros sindicalistas de la UGT y CCOO.

Como es cierto que la cara es el espejo del alma, pues es innegable que se le nota en su comportamiento corporal, que está muy incómodo, que está muy tenso, que miente de continuo y por supuesto; se nota a la legua que él es sabedor, de que está falseando la verdad y nos está intentando engañar para seguir en el poder y perpetuarse si es posible. Esto, que es una evidencia palmaria, provoca que hasta el más pintado se dé cuenta de que realmente Pedro Sánchez miente desde que se levanta por la mañana, hasta que se acuesta por la noche.

Por cierto, hablando de seres de luz que no mienten, sino que cambian de opinión:  Fernández Vara por fin ya ha dicho que se va al carajo después de haberse cerrado la candidatura de María Guardiola. ¡Enhorabuena a todos los agraciados extremeños y que “tanta paz deje como gloria lleve”. Un barón socialista menos al servicio del felón.

Conversaciones en el andamio. Cara de cemento

Feliz día de San Antonio.

Españistan 05|07|23

Francisco G. Valencia

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid en 1994 por lo tanto, Politólogo de profesión. Colaboro como Analista Político en medios radiofónicos y como Articulista de Opinión Política en diversos medios de prensa digital. De ideología caótica aunque siempre inclinado a la diestra con tintes de católico cultural poco comprometido, siento especialmente como España se descompone ante mis ojos sin poder hacer nada y me rebelo ante mí mismo y me arranco a escribir y a hablar donde puedo y me dejan tratando de explicar de una forma fácil y pragmática porque suceden las cosas y como deberíamos cambiar, para frenar el desastre según lo aprendido históricamente gracias a la Ciencia Política... Aspirante a disidente profesional, incluso displicente y apático a veces ante la perfección demostrada por los demás. Ausente de empatía con la mala educación y la incultura mediática premeditada como forma de ejercer el poder, ante la cual práctico la pedagogía inductiva, en vez de el convencimiento deductivo para llegar al meollo del asunto, que es simple y llanamente hacer que no nos demos cuenta de nuestra absoluta idiotez, mientras que la aceptamos con resignación.

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