Tiene que llover a cántaros para llevarse a los imbéciles que nunca se curan. Por Rodolfo Arévalo

«Tiene que llover a cantaros, para llevarse a los que odian, a los resentidos, a los envidiosos, a los que solo quieren hacer daño»
Tiene que llover a cantaros, para llevarse a los que odian, a los resentidos, a los envidiosos, a los que solo quieren hacer daño, a los Psicópatas, a los que tienen mala leche y mala baba, a los que son violentos y a los imbéciles… No es un insulto, si no un constatación de la realidad, de diverso pelaje y para esto nada mejor que una canción de alguien que no pasaría vencedor por LA VOZ, ni falta que le hace ni le hizo.
«El Poeta Galés Dylan Thomas escribe en 1948 el siguiente poema a su hijo Llewellyn de 9 años de edad»