José Crespo 
«En Resiste España y en la plaza de Colón nos reunimos personas, lo supieran o no, trabadas todas por el mismo Valor, el más importante de todos»
Viví una hermosa experiencia en el Día de la Constitución. El día anterior me acosté pronto para levantarme a las 05.00 y partir a las 06.00 a nuestra cita en una fría, ventosa e invernal mañana que afrontábamos con ilusión y responsabilidad deseando y esperando no defraudar a nuestros compañeros corredores. La responsabilidad del día siguiente era grande en el que con un grupo de amigos corredores y otros no corredores íbamos a vivir un homenaje a España, su unidad hoy en peligro, sus Caídos y la Constitución.
En una carrera alumbrada por el calor de la ilusión y la camaradería fuimos desgranando kilómetros y seguimos una secuencia de paradas en una serie de puntos clave, Supremo, Congreso, Senado, Moncloa, Constitucional, para dar lectura a una selección de artículos de nuestra Constitución que se están pervirtiendo atentando contra el único poseedor de la Soberanía Nacional que no es otro que el sufrido y ninguneado Pueblo Español.
Y así kilómetro a kilómetro siguiendo a nuestra Bandera Nacional, en el calor de nuestra formación, llegamos a la plaza de Colón. Por el camino recibimos aplausos que agradecimos devolviéndolos con la misma intensidad y también algún grito extemporáneo con el que no entramos en confrontación y al que solo hubo respuestas con un sencillo ¡Viva España!
Quisiera recordar que en Resiste España y en la plaza de Colón nos reunimos personas, lo supieran o no, trabadas todas por el mismo Valor, el más importante de todos. Seguro que si nos lo preguntásemos aflorarían, valores importantes… responsabilidad, sacrificio, entrega, amistad pero en realidad allí nos reunía el Valor más importante de todos, aquel del que emanan todos y cada uno de los valores que necesita una sociedad para prosperar, por encima de política y economía.
Me refiero al único valor que puede unir, debe y debería unir a todos, pensemos como pensemos, igual, parecido, diferente o radicalmente opuesto. Se trata como no puede ser de otra manera del Amor. Amor, un Valor que nace en oposición y es incompatible a odio, rencor y revanchismo.
Desgraciadamente quienes a día de hoy desde las instituciones y el propio gobierno atacan a España adolecen de ese Valor y no lo estiman en su verdadera fuerza e importancia. No se trata de un Amor alocado y exclusivamente pasional. Es pasional por supuesto pero tiene mucho de consciente y racional. Lo es porque solo se puede amar algo que se respeta, para respetar algo ha de ser conocido, por eso es un Amor que tiene un doble asentamiento, en nuestro corazón y en nuestra mente.
Un Amor que tiene mucho que ver con el conocimiento con nuestra Historia, con sus aciertos y errores, que no puede verse desde un prisma ideológico y doctrinario, una Historia de la que nacen los Valores destilados en el alambique del tiempo y que no debemos permitir que nos roben para mantenernos en la ignorancia para que ejerzan sobre nosotros el control con esas tres herramientas malditas, la mentira, el miedo y la manipulación.
Por eso os pido que desde y en lo más profundo de vuestros corazones digáis conmigo como hacíamos en nuestra carrera… ¡Viva España!, ¡Viva España!, ¡Viva España!.
