Una parte importante de los Españoles se olvidan de que las pequeñas tonterías en la convivencia son las que destruyen un país.
Me niego a que España se vaya al garete. Por Rodolfo Arévalo

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Una parte importante de los Españoles se olvidan de que las pequeñas tonterías en la convivencia son las que destruyen un país.
El Felón preferiría, a dicho ‘alivio’, llamarlo AMNISTÍA pero él sabe que, en nuestra Constitución, ‘alivio’ tan excrementicio en modo alguno cabe.
Estar informado es un derecho y un deber fundamental si queremos sostener el sistema democrático. La información es poder. No lo olviden.
Nuestros políticos anteponen lo que interesa a muy pocos frente a lo que serían necesidades de carácter general para los españoles.
Vaciar la Constitución de contenido y rebajarla a la mínima expresión es el camino que se han trazado para la próxima legislatura.
En el parlamento de este patético país, esos chicos tan escorados a la izquierda, no tienen nada que decir, como no sea para denostar.
Sea cual fuere la salida del actual laberinto, lo más probable es que asistamos a un final de ciclo: nada menos que el de la transición democrática.
La política de otra forma: La mayor parte de los españoles estamos muy descontentos con el funcionamiento de nuestro sistema político.
No podemos acabar el modelo barco o el modelo España de las Autonomías. Hoy en día esta el mar bastante revuelto por este tema.
Mi amigo comunista y yo cada vez nos vemos menos, y es una pena, pero si nos viésemos más acabaríamos perdiendo la amistad, y ni él ni yo queremos que eso suceda
En los hormigueros, todo funciona como un reloj. Es verdad que puede haber bajas entre las hormigas, hormigos y hormigues, pero todo seguirá adelante mientras la reina siga al frente
Hay una ultraizquierda violenta en España. Que agrede en Vallecas. Justifica la violencia en el Parlamento. Y ocupa el poder en el Gobierno
Cárcel es lo que merecen los que no saben vivir en democracia. No puede haber manga ancha, al igual que no debió haberla con ETA, para los que intentan desestabilizar el estado de derecho
Vuelve a oler a naftalina, decía el felón Pedro Sánchez, y lo repitió como si eso fuera un insulto. No señor: los valores de la España tradicional, sin complejos volverán más pronto que tarde