Hasta que los españoles asumamos que sus mentiras no les pueden salir gratis, no iremos a ningún lado. Por Manuel Artero

«Hasta que los españoles asumamos que sus mentiras no les pueden salir gratis podemos seguir llorando pero así no vamos a ningún lado»
El viernes once de diciembre TVE, la televisión pública, mantuvo una falsa noticia durante toda la tarde con el descaro propio de los que asumen, por sus huevos de oro, que todo les sale gratis. Una auténtica y gordísima fake news, como se dice ahora. Una nueva, oficial y grande trola, de las que con la boca pequeña y real decreto, el gobierno social comunista ha clasificado de enemigo a batir. mientras, claro está no la hagamos nosotros. Y así, con esa desvergüenza y prepotencia de los peores fascistas con responsabilidad en el área de la propaganbda, y durante un montón de horas, han machado las entendederas de su ya pobre audiencia con la manipulación de que la Casa Real piensa en destronar a don Juan Carlos, el Rey Emérito.
Y lo cierto es que la mañana no empezó bien en en ese centro de desinformación y propaganda en que los social comunistas han convertido a TVE. Durante la emisión matinal engañaron a la audiencia con un par de entrevistas amañadas para cargar contra el Hospital Zendal. ¡Cómo si los españoles fuéramos tontos! ¡Cómo si no supiéramos que a través de la pequeña pantalla llegan a tu casa para insultarte sin que te des cuenta!
Este gobierno de España y de las mentiras que nos lleva a la muerte es una voraz boa constrictor que se alimenta de la falsedad y este es, desgraciadamente, el esperpento que engorda gracias al poder mediático, de poderosa influencia para los abducidos y por el que se atreve, como el peor de los niños mimados, a censurar y denigrar, desde el poder y con el dinero de todos, a todos aquellos que se atreven a levantar su voz en contra o por lo menos pensar al libre albedrío.
Y con recochineo y generosas soldadas a las empresas afines y censoras como la que mantiene Ana Pastor o esa otra que se hace llamar maldita punto yo qué sé, y que paradójicamente se crea por los afines en el mismo centro de trabajo público que protagoniza la mentira. ¡Y les sale gratis!
Estamos queridos lectores surfeando la peor de las olas que por majestuosas que parezcan, en cada emisión, cada día y a golpe de titular, se desintegra en la orilla de nuestra España para acabar con nuestra historia, nuestras raíces y el espacio de convivencia que nos dimos con la Constitución.
Una ingente y totalitaria labor exagerada, y que pagamos todos, para convertir los acantilados de nuestra Patria en falsa arena de playa. Esa gran mentira subvencionada con nuestros impuestos que cada día pisan y disfrutan los acólitos de la mentira comunista. Sus protegidos, sus afiliados y verificadores con los galones del poder, porque todos los demás, la mayoría, los soldados, tan solo merecemos ser carne de cañón por estar equivocados. Y esto seguirá así, con esta fatal deriva, hasta que los españoles asumamos que sus mentiras no les pueden salir gratis porque podemos seguir llorando, quejándonos, pero así no vamos a ningún lado.