Hoy hace 161 años la Bandera de España tremoló sobre Tetuán gracias al heroísmo de los Voluntarios Catalanes. Por José Crespo

«El más ágil de los voluntarios catalanes, el sargento primero Luis Baró i Roig, trepó sobre sus compañeros y ya en la cima, izó la bandera española que llevaban consigo, en la torre más alta de la ciudad de Tetuán»
Un lejano 3 de febrero de 1860 llegaban a Marruecos las fuerzas expedicionarias españolas y como un solo hombre el Cuerpo de Voluntarios Catalanes, 466 hombres dispuestos a morir por España, al mando de don Victoriano Sugrañes, ataviados con la clásica vestimenta regional: calzón y chaqueta de pana azul, barretina y faja encarnada, polainas de cuero, canana por cinturón, chaleco listado, pañuelo de colores anudado al cuello, y manta en bandolera.
Con bravura y decisión entraron en acción en la toma de Tetuán,(al respecto recomiendo el magnífico y documentado trabajo titulado: «Catalanes españoles que lucharon por su Patria en la Guerra de África 1859-1860») en su primer combate, los catalanes en primera línea encontraron con que no tenían escalas a mano para trepar y entrar en la Alcazaba de Tetuán.
Fue entonces cuando el general Prim, sabedor de que muchos de ellos eran de su comarca natal, Reus y el Campo de Tarragona, y que en las fiestas populares había visto muchas veces a hombres levantando torres humanas, les grito: “Ala, minyons, feu la torre, i a dalt!”.

«Entonces, los brazos de los voluntarios catalanes se aferraron para iniciar la base de la columna humana que se alzó esforzadamente al pie de la muralla»
Entonces, los brazos de los voluntarios catalanes se aferraron para iniciar “la base de la columna humana que se alzó esforzadamente al pie de la muralla y unos sobre otros, hasta que, al final, el más ágil, el sargento primero Luis Baró i Roig, trepó sobre sus compañeros y ya en la cima, izó la bandera española que llevaban consigo en la torre más alta de la ciudad de Tetuán”.
De esta forma los voluntarios catalanes consiguieron que la bandera española ondeara por primera vez en Tetuán. Dudo que Chis-Torra y su superdotada familia conozca el hecho y menos que se enseñe en la putrefacta enseñanza catalana o española y de la que el ministro, el orondo portacoz Claret, decía que el adoctrinamiento eran casos puntuales y para lo que la actual ministra Celaá da un paso más eliminando el español en la enseñanza en Cataluña siendo tratado como lengua extranjera. Ciertamente la pachorra e indolencia española no conoce límites.