
«No se puede transigir con el abuso de poder y la chulería y por desgracia en España abusones y chuletas tenemos a manta»
Debo suponer y supongo, que el mundo actual, tan cuadriculado, parcelado, constreñido, amordazado, violado, expropiado, asegurado, vigilado, se lo debemos a la panda de sinvergüenzas que andan sueltos por él. Si no hubiera ladrones, asesinos, acosadores y tampoco existieran los putos terroristas musulmanes, poniendo bombas o secuestrando aviones, cogerlos para ir a cualquier lugar no sería el suplicio que es en la actualidad. Tampoco sería necesario que hubiera que acompañar a sus casas a las mujeres porque pueden ser violadas o agredidas por indeseables y aquí ya pueden ser extranjeros o nacionales que de todo ha de haber.
Por otra parte el que para robar a un turista le tiren al suelo, lo apaleen y se lleven sus pertenencias, es de ser muy hijo de puta, con todas las palabras. Pero es que al parecer vivimos en un mundo en el que para sobrevivir tienes que llevar una dotación policial personal o ir armado hasta los dientes, como Rambo. Si estas tranquilamente en tu casa, que debiera ser tu castillo como dicen los ingleses, y te asalta un pobrecillo según los meapilas, un cabrón según yo, no puedes defenderte y más si es extranjero, porque eres un fascista, un puto cerdo fascista, y por ello un juez te condenará. Da igual que el asaltante tenga la violencia de su parte ya puesta de entrada, es lo mismo, el cabronazo eres tú por defenderte ¡coño!, dirá su señoría, déjese matar y así el culpable será el asaltante.
Vamos, que esto en la actualidad parece el mundo de la señorita Pepis, con su Madelman reportero, sus señoritas Barbies, y sus jueces todo “togados”, embobados y asombrados por sus magníficas sentencias. Nunca debería aplicarse la ley de manera igualitaria y en este sentido es mucho más justo el sistema anglosajón, porque la ley la crea el juez o se basa en precedentes, no como aquí en Europa que la ley está escrita. Las leyes no pueden ni deben estar escritas, porque cada uno, cada persona es un caso único, con sus circunstancias, propias y también determinadas por la casualidad, el libre albedrío y, por qué no decirlo, la suerte.
El juez debiera ser un tipo lo suficientemente capaz como persona para juzgar además de con la ley, con cierto sentido de la psicología, y en relación a la personalidad, fuerza, carácter y muchas otras circunstancias del acusado. Es lo que yo pienso, si no gusta lo siento. Toda esta historia venía a cuento porque me gustaría saber si el criminal, el delincuente, vamos el hijo puta, nace o se hace, y me da a mi en la nariz que el hijo de su madre nace.
La razón que tengo para argumentar esto es que en los colegios, toda la vida ha habido el famoso acoso por parte de los gallitos con plumas a los más débiles. Si esto lo paráramos a tiempo, luego no habría tanto desalmado delincuente. Y si lo hay sabría que no se le va a tolerar. No es que todo acosador acabe siendo un delincuente, pero si denota psicopatía que luego en su vida futura puede hacerlo un jefe insoportable y machacante o un compañero insoportable.
Debiera ponerse un equipo en cada colegio de detección de psicopatías. No como ahora que antes de que te condenen por algo te darán cera y hasta palmaditas en el lomo. “Pobre es que lo ha tenido mal”, y una M muy grande, también los demás tienen sus problemas y los aguantan si fastidiar a otros. El tema del acoso por parte de algunos en colegios, es un tema de psicopatías, que o se tratan y castigan o en el futuro formarán parte de las circunstancias vitales de ese individuo y eso no se puede aceptar en sociedad.
No se puede transigir con el abuso de poder y la chulería y por desgracia en España abusones y chuletas tenemos a manta. Ante estas personas solo hay una manera de reaccionar y es la violencia, porque es o tu o él. Vivimos un mundo en que esto está a la orden del día y habría que empezar a prevenir estos comportamientos desde la niñez y sobre todo la adolescencia. Pasado ese tiempo, reconducir comportamientos es casi imposible y las penas de cárcel no los corrigen, sino que los agravan, porque la cárcel es una escuela para obtener el título de licenciado en delincuencia cum laude. Aparte que agravará las psicopatías si es que la causa es esa. Un psiquiátrico a tiempo hace maravillas y si no corrige esa enfermedad al menos que sirvan de reducto para aislar a esos individuos.
Siempre he sido partidario de la legislación americana que en algunos estados es, si delinques, la primera vez vas a la cárcel un ratito, dos veces, pasas más de dos o tres meses encerrado y si lo haces por tercera vez, te caen veinticinco años. O eso tengo oído. Así que menos analizar comportamientos de acosadores y delincuentes y más actuar contra estos. Todos somos muy buenos, pero hay quién nace con mala leche de serie por esto, debo suponer y supongo, que el mundo actual, tan cuadriculado, parcelado, constreñido, amordazado, violado, expropiado, asegurado, vigilado, se lo debemos a la panda de sinvergüenzas que andan sueltos por él. Nada como decía Gila “arrieritos somos”…