
«En los últimos meses no hago más que oír estupideces perpetradas por mentes enanas y desvalidas de neuronas. No son una, ni dos, ni tres»
En los últimos meses no hago más que oír estupideces perpetradas por mentes enanas y desvalidas de neuronas. No son una, ni dos, ni tres, son múltiples, variadas y de distinto pelaje y colores, como si de una exposición canina se tratase. Dejando a un lado la estupidez de que el género es algo que se tiene con solo desearlo y fuera de toda razón biológica, que es una estupidez como la copa de un pino marítimo, tenemos que oír como algunos personajes de la ultra, más ultra, izquierda se quejan de que se forme un gobierno Castellano Leonés entre PP y VOX. Les recuerdo que los votantes así lo han querido, dado que entre los dos partidos, tienen mayoría más que holgada. ¿Qué pasa que VOX, no tiene derecho a formar gobierno por ser un partido de derechas, ni a pactar con el centro derecha? ¿O que no es ético? ¿O es que será más éticamente preferible que un partido como el PSOE se alíe con la ultra izquierda de Podemos y hasta meta en su gobierno destacados personajes comunistas?
Una de dos, o el mundo se ha vuelto rematadamente loco y ya no recuerda la caída del muro de Berlín en los noventa y la subsiguiente caída de todo el sistema comunista y su impresentable sistema de opresión de las gentes que preferían saltar el muro de la vergüenza aunque fuera arriesgando la vida con tal de llegar a occidente. El caso contrario desde luego no se veía a menudo, nunca oí la noticia de un muerto tratando de saltar el muro en dirección oriental, por algo sería.
Si el marasmo que hay entre las nuevas generaciones es por estupidez supina y la vuelta a la creencia de la verdad borrega de que los humanos son buenos y colaboradores en una beatífica sociedad igualitaria o es por cualquier otra causa psiquiátrica, deberíamos estar todos temblando si el número de afines a esta causa aumenta, porque la humanidad diría definitivamente adiós a la libertad por falta de información. En este último caso debieran los productores cinematográficos y de documentales sacar a la luz todo el horror que significó para Europa el fantasma y realidad de esos regímenes comunistas, cruentos y tiránicos, en los que miles de seres humanos sufrieron represión, por el mero hecho de ser considerados enemigos del estado, cuando solo y en todo caso lo eran del sistema de gobierno.
Las dictaduras comunistas se parecen mucho al despotismo de los reyes absolutistas de los años anteriores a la revolución francesa. Por lo menos el resultado de su aplicación es muy parecido, el gobernante puede cortarte la cabeza, encarcelarte, torturarte o hacerte desaparecer sin que tu puedas ni rechistar y por supuesto manteniendo este estado de cosas en el más absoluto secreto, disfrazado de muertes supuestas o verdaderas para que nadie se atreva siquiera a preguntar nada de nada. Y todo ello para mantener el sistema en el que el peor de los dirigentes pudiera gozar de una dacha al borde del mar, mientras sus pueblos vivían en míseras casa divididas incluso entre tres familias. Vamos, un lujo socialista de igualdad en la miseria para el pueblo pero sin el pueblo.
Un poquito de pedagogía en vez de tanta propaganda social y un buen fomento del trabajo e incluso el auto emprendimiento serían preferibles a cualquier subvención que estará abocada a hacer caer en ese estado de bienestar fallido y fuera de toda lógica. Es por esto por lo que opino que en los últimos meses no hago más que oír estupideces perpetradas por mentes enanas y desvalidas de neuronas. No son una, ni dos, ni tres, son múltiples, variadas y de distinto pelaje y colores, como si de una exposición canina se tratase. Creo que sino se sabe más de este tema del comunismo es porque o los seres humanos de las sociedades libres están rematadamente locos o porque son bobos de baba, porque sino no tendría perdón de nadie, Dios incluido para la ocasión.