
«¿Cómo acabar con los problemas que hay en España?, yo desde luego no lo sé, pero puedo intuir que primando la educación y la cultura»
¿Cómo acabar con los problemas que hay en España? Los españoles, siempre han sido muy suyos, muy caóticos y muy improvisadores. “No tengo casa, pues asalto una y me instalo. Es que tengo un hijo o dos, mujer y no trabajamos ni ella ni yo” Pues eso haberlo pensado antes, si no tienes condón o tu amiga no va con anticonceptivos, nadie tiene la culpa de lo que te pasa. Si no puedes copular con seguridad no copules, resuelve el problema de otra forma imaginativa. No puedes darte caprichos, así por la cara y pretender que sean los demás los que asuman tu responsabilidad.
Si por desgracia eres un botarate y te has visto envuelto en un cúmulo de despropósitos, acude al estado, porque Pepe el vecino del cuarto que se ha ido de vacaciones no tiene porque asumir tus gilipolleces ¿Vale? Y el Estado, si fuera más o menos serio, te pondría a trabajar. Si no tienes formación de ningún tipo, pues a reponer en unos grandes almacenes o si tiras a Hulk a descargar camiones en Merca Madrid. Lo que no puede ser es que pretendas por la razón que sea, por vago, por no haber tenido oportunidad, o por precipitado sexual es vivir de los demás, como si estos te debieran algo. ¿O es que crees que a los demás les regalaron lo que tienen?
Hay etapas en la vida que han de irse cumpliendo poco a poco. En la niñez hay que acudir obligatoriamente al colegio y a la educación primaria. Si no fue así, y dado que es gratuita, la culpa la tienen tus padres por no haberse ocupado que fueras a estos lugares, probablemente por un sentido egoísta de la vida en el que los hijos han de ayudar a recoger chatarra, cartones, trabajar en el campo o lo que sea, porque ya ni los padres mismos tienen la responsabilidad ni el interés en prosperar, aunque sea en sus hijos y nietos. Suele ocurrir entre los que viven una vida errante o entre los vagos más redomados, a los que acudir a trabajar por la mañana les produce urticaria, también se da entre etnias que nunca se adaptan a la vida sedentaria.
De todo lo expuesto, como se puede apreciar no tiene la culpa ni la sociedad ni el estado, de hecho si se podría achacar las culpas a la inexistencia de estas formas de organización. Ya sé que hay individuos más o menos inteligentes, mas o menos caraduras y más o menos vividores. De entre todos estos los más insoportables son las garrapatas que creen que solo por el hecho de haber nacido de un polvo, bien o mal echado, hace más de veinte años tienen el derecho por su cara bonita a que la sociedad les deba el oro y el moro, máxime cuando a veces el oro es para un selvático color africano o el oscuro Mauritano que, por no se sabe qué razón, son los candidatos a tener las ayudas que deberían tener otros españoles, caso de demostrarlo, por su disposición al trabajo y por carecer de él, o de los recursos necesarios para tenerlo.
En definitiva todo se debería reducir tanto en unos casos, como en otros a la situación de dependencia de un individuo, primeramente originario del país, y luego, si queda algo pedir inmigración al efecto de lo que falta. Claro que es posible que en unos años el problema se agrave considerablemente dada la avalancha que se producirá entre alumnos que, acabado el bachillerato, lo harán con asignaturas suspensas. Y será así porque este gobierno, no deja a nadie, por muy zote o vago que sea, atrás. Es mucho más social, dar títulos a quienes no se los han ganado y jamás serán profesionales pasables o de lujo y quitárselos o por lo menos el derecho a conseguirlo a quienes han tenido un historial de notas fuera de serie con por ejemplo todo sobresalientes.
Algunos deben creer que el nivel de sueldos en España es como el de los Yankis. Un curso diez mil Euros del ala. Es difícil dada la avidez dineraria de los empresarios españoles en general, aunque siempre hay excepciones, pocas, pero alguna. Luego los políticos se quejan de la poca formación que tienen muchos. Cierto es que muchas veces esa formación no ha sido deseada, ni buscada, pero otras, quizás las menos, pero ciertas y existentes, no han podido ser cursadas por falta de recursos. Total para que luego muchos trabajadores de los más variados nichos hayan de emigrar para tener unos sueldo que son el doble de lo que se paga por aquí.
Los españoles, siempre han sido muy suyos, muy caóticos y muy improvisadores. “No tengo casa, pues asalto una y me instalo. Es que tengo un hijo o dos y mujer y no trabajo” Pues eso haberlo pensado antes, sino tienes condón o tu amiga no va con anticonceptivos, nadie tiene la culpa de lo que te pasa. Por eso es por lo que venía a cuento la pregunta ¿Cómo acabar con los problemas que hay en España?, yo desde luego no lo sé, pero puedo intuir que primando la educación y la cultura de los que quieran obtenerlas, facilitándoles los recursos necesarios o imponiendo topes a la usura. Y por supuesto también el nivel intelectual de los políticos en general, porque teniendo cajeras de mercado haciendo como que hacen de ministras lo llevamos clarinete. Y mis postulados no son comunistas, ni siquiera socialistas, sino sentido común, para rescatar del olvido a quienes pueden dar al país un valor añadido. En definitiva “no dejar a nadie atrás” ¿Pero no es esto lo que decía Pedro Sánchez? ¡Jatetú!