
«Meros espectadores monicacos somos, sin intelecto ni criterio, para las empresas de televisión que viven de vendernos como carnaza»
Miro en derredor y veo, lo peor es que es siempre así, grupos ingentes de personas cuyo motivo para vivir es inexistente, salvo la familia, dormir, trabajar, comer y descansar, vamos el propio hecho de mantenerse vivo y reproducirse y que suele coincidir con el sinónimo de tomar Cerveza.
Lo otro, lo de pensar o buscar sentido y camino que se lo dé a la vida, es en España, salvo en estamentos intelectuales y científicos elevados, inexistente. No entiendo por qué la gran mayoría del pueblo Español, siendo aguerrido y luchador, es intelectualmente vago, tiende al cero absoluto. Esto no debiera extrañarme, me he dicho a veces, pero no solo me extraña sino que me sacude el espíritu de manera brutal. ¡No quiero pertenecer al grupo humano que se desinteresa por todo lo que no sea el día a día, absurdo y muerto de pensamiento!
Basta levantarse de la cama por las mañanas para darse cuenta de la cantidad de cosas a las que hay que dar justificación y probablemente hasta explicación. Minutos más tarde te acaba de sacar del letargo el café caliente del desayuno y sin embargo mucha gente sigue durmiendo y eso aunque se desayune con las noticias que ofrezcan por la televisión o por la radio, que por supuesto no son todas o por lo menos todas verídicas. Requiere un ejercicio de reflexión, seleccionar mentalmente qué puedes creer o que poner en barbecho o entredicho y qué apartar para indagar y sacar conclusiones.
Muchos dirán que eso es complicarse la vida, pero dado que no todos tenemos acceso a los teletipos de las agencias de información, bueno será que tratemos de organizar y ordenar las noticias del día para integrarlas en sus huecos, los que se han producido anteriormente y justifican posibles sospechas acerca de su veracidad o no. Al parecer dicen las encuestas que el Partido Popular aventajaría en treinta y seis escaños al PSOE si hubiera hoy unas elecciones, pero por otra cadenas en general repiten las posibilidades que tienen partidos ya residuales de optar a escaños, como puede serlo Podemos.
Hay algo aún peor que es tratar en rango de igualdad a los partidos y grupos políticos o sociales que enfrenta y afrentan la Libertad de la democracia que los Españoles nos dimos en el setenta y ocho, como si cualquier forma de gobierno fuera buena sin tener en cuenta cuanto respeta la libertad de la democracia. ¿Cuánto tiempo creen ustedes que duraría esta si un día por desgracia hubiera una mayoría absoluta de un grupo comunista como Podemos? ¿Qué podemos esperar de esto, como no sea el principio del fin de la libertad? Y peor aún, hay gentes que no se dan cuenta de ello, por mucho que se lo repitan.
Es tan patético como ver programas mal concebidos como concepto o mal gestionados informativamente, que además deben sufrir la esclavitud de los cortes publicitarios, que no se producen en momentos y lugares pensados y buscados adrede para ello, sino donde cuadra, aunque esto sea un insulto a la inteligencia del espectador, que como ya hemos dicho es bastante escasa. Y todavía a nadie se le ha ocurrido quitar su fidelidad a un espacio en concreto que le falte al respeto, cortando una película en mitad de una frase o diálogo o despropósitos similares.
Meros espectadores monicacos somos, sin intelecto ni criterio, para las cadenas o empresas de televisión que viven de vendernos como carnaza para anunciantes que sostienen sus carteras de resultados. Insisto en que no lo entiendo, cuanto más pedestre y de andar por casa es un programa, cuanto más costrosidad informativa encierre, y mas intrascendente o de patio de vecindad o radio macuto sea más interés suele tener para grandes capas sociales.
Los anuncios durante una temporada también bajaron la calidad humana de la presentación del producto en venta. Véase que una conocida marca de galletas rellenas de algo blanco usaba el lametón de algunas personas al relleno, cosa que el anunciante creerá interesante pero que a mi me lo hizo tan repulsivo que dejé de comprarlas. Otros cereales mañaneros llegaron a la desfachatez de en dibujos animados, afortunadamente a ilustrar con pedos lo bestial que resultaban como desayuno.
Repito no entiendo nada si ese es el nivel de sensibilidad del pueblo español en general, no me extraña que haya quienes no puedan aguantar noticias políticas que no levantan ni un milímetro de esa sensibilidad. Suelen ser de grupos políticos de ultra izquierda, y yo pregunto ha de ser la ultra izquierda zafia y mal educada de serie como solemos ver…
Pues lo siento ni borracho me apunto, y si no es beodo mucho menos. No sé, un poquito de nivel que esta España pertenece al siglo XXI aunque, por algunos de sus habitantes, no lo parezca. Miro en derredor y veo, lo peor es que es siempre así, grupos ingentes de personas cuyo motivo para vivir es inexistente, salvo la familia, dormir, trabajar, comer y descansar. Luego los Lunes a leer el As y pico más, que ya vamos “sobraos” de lectura, vamos el propio hecho de mantenerse vivo y reproducirse, o el ser, también algunos, enfermos vigorexicos, cosa que no coincide con lo tomar Cerveza, salvo después de salir del gimnasio, esto ya es otro nivel.