
«La denuncia contra el rey emérito, para el caso es como si el juzgado le reclamara una multa por ir en patinete sin casco»
Que si se vino en mayo a Sangenjo a pasar unos días invitado por un amiguete para ver las regatas; que si quien le pago el viaje de ida; que si porqué lo recibieron las hijas y su nieto Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón; que si porqué se atrevía a volver a España como está la institución de cuestionada por las izquierdas y sus medios desde el poder; que anda y como lo recibió de bien la gente; que si esa misma gente es idiota y por eso no saben votar; que si como tuvo tanta cara dura de presentarse en La Zarzuela para reunirse con su hijo Felipe – Rey de todos los españoles incluidos ellos -; que si además no se publicaron fotos del encuentro; que si teniendo una causa civil abierta por la vía administrativa en un juzgado de Londres, interpuesta por la supuesta meretriz y espía Corinna Larsen (fijaté tú), que: qué iba a pensar el mundo de nosotros y de nuestra monarquía; que quien le pagaba el viaje de vuelta; que si se marchó sin avisar a la prensa; ¡que porqué y porqué y porqué y porqué… ¡Ya está bien!
¿Se lo llevó calentito? Hubo ciertos indicios, pero se archivaron las causas… ¿Qué está mal? Si, como cazar elefantes, engañar a la Reina o tratar de estafar a Hacienda ¿Se trajo para España contratos y riqueza? Si, “por un tubo” ¿Provocó entonces miles y miles de puestos de trabajo? Claro que sí ¡Pues “andando que es gerundio”! ¿Se ha probado algo de lo que le acusa la izquierda en general y los “perroflautas” de Podemos en particular? No. Pues eso, a cascarla…
Bueno, pues resulta que va y la reina inglesa la da por morirse, – que a ciertas edades es lo que suele pasar-. Y ella que debía ser muy organizada, deja todo bien atado y controlado para que tarden una eternidad en enterrarla y así la asilvestrada sociedad británica estreche ciertos vínculos. Y además para más I.N.R.I., la debió apetecer que ciertos exjefes de Estado (España, Bélgica, Dinamarca y Países Bajos), que además eran familiares directos suyos, estuvieran presentes despidiéndola y rindiendo los honores que correspondan a su cadáver, a su heredero y a la casa en la que ahora reina su chaval, que no es moco de pavo.
Bueno pues en este “país de porteras”, ya tenemos lío otra vez. ¿A quien se le ocurre ser primo de la muerta? Al Rey Juan Carlos I ¿Y quien fue Jefe del Estado español hasta que abdicó voluntariamente como Rey de España? El Rey Juan Carlos I ¿Y quien va a estar en la ceremonia oficial del entierro? El Rey Juan Carlos I ¿Y por qué? Porque él, lo vale ¿Irá con la delegación española? No, pero allí estará como lo que es, es decir, el anterior Rey de España y por lo tanto Exjefe del Estado pese a que ahora sea un apestado para su propia familia y el Gobierno de su país.
Y como decía, el lío ya está servido porque la prensa progresista enemiga de la monarquía, ya se cuestiona que alguien con una causa civil abierta, se atreva simplemente a hacer acto de presencia. Oficialmente (que es lo que escuece), no está pero si está por su condición de Exjefe de Estado en vez de como un simple familiar más del montón al haber recibido una invitación por ese motivo además de por ser familia directa. Por aclarar: hay que decir que la denuncia contra el “rey emérito” (como lo bautizó Federico), para el caso es como si el juzgado le reclamara una multa por ir en patinete sin casco. Pero: a los defensores de la izquierda radical, escudándose en que son prensa libre del régimen “sanchista”, los vale como argumento para volver a cuestionar el oportuno movimiento regio y de paso a su estirpe que es la misma que lo va a ignorar por protocolo y orden gubernamental. Y lo fundamentan preguntándose que papel debiera jugar el “Gobierno de manducas” que sufrimos en el asunto del tinglado inglés estando “le’merito” por medio, cuando ha quedado bien claro: Juan Carlos ya no forma parte oficialmente de la Casa Real Española al menos en actos oficiales.
¡Los preocupa el papel de España y el qué dirán! ¿Ahora? Pero si nuestro presidente lleva uno más tres, es decir, cuatro años arrastrando el nombre y el orgullo de nuestra nación. Si somos el hazmerreír de Europa, los pedigüeños de la Unión, los pardillos a los que se les fugan los golpistas y después se hacen eurodiputados, los amigos de Maduro, y toda la basura comunista iberoamericana, los que se amparan y sostienen en los terroristas de la ETA y en los “matacuras” y violadores de monjas de la Esquerra Republicana. Pero claro, que Don Juan Carlos I Rey de España y Exjefe de Estado sea invitado por el Foreign Office (Ministerio de AAEE) por orden expresa de la muerta, está mal porque ante sus ojos y su moral atrofiada es indecente.
Los indecentes son ellos digan lo que digan y manden ahora lo que manden. Y son tan tristes y zafios que solo los queda “Letizia la roja” y aprovechando que el jueves cumplió cincuenta tacos, pues con mas motivo. Su más que sabida y probable negativa a hacerse otra foto con los tres reyes de sangre real por ser republicana, hace que la nuera postiza defensora de las causas perdidas, la moda española, las enfermedades raras, el cáncer y tal y tal, vuelva a erigirse cómo una especie de icono gay-pop en plan inclusivo como pasa con la gorda y el canijo del anuncio del Calvin Klevin de mercadillo.
Necesitan esas mierdas para sacar a pasear su admirada impostura antiespañola defendida por lo peor de la sociedad, y por eso y para ellos: Letizia lucirá esplendorosa su “modeli”, su tipín, y sus últimos arreglos de cirugía estética para tratar de parecer más guapa y joven que sus hijas, pero vamos, que teniendo en cuenta las prendas y “mendas lerendas” con las que se han emparentado los despistados varones de la casa real inglesa empezando por “Charles tercero”, para qué les voy a contar… pues donde este nuestra Señora: Doña Sofía, que se quiten todas las demás.
Aún así don “Juancar” lucirá palmito y con la destreza que lo caracteriza nos deleitará con su particular baile de San Vito (o sambito, como prefieran), provocado – que no provocativo -, afortunadamente no por haber sufrido el mal de Huntington (valgamé), sino por tener la cadera y la rodilla chungas por la vida misma. Y aunque nos pese, ya tiene mermadas ciertas facultades y ello nos provocará cierta vergüenza y ternura a la vez, aunque no lo veamos bailar precisamente sobre la tumba de su prima; “la reina de los barbaros de las Islas del norte”, sino que su contoneo singular y el viajecito en particular, va dedicado a sus vasallos más resentidos los cuales acostumbran a despellejarlo de continuo y sin piedad, simplemente por haber sido el mejor “rey vividor” que podía haber elegido el mismísimo Generalísimo, Don Francisco Franco entre las opciones que había o tenía, por la gloria de su madre y la gracia de Dios.
Así que ¡Dios salve al Rey! Juan Carlos claro está, pues a mi “el orejas”, ya ves tú…