
«Perder el norte significa perder la razón, comportarse de forma desordenada y errática, perder la vergüenza, un mínimo de ética y hasta la dignidad»
El origen de esta frase proviene de la forma original que se tenía antiguamente para orientarse, es decir, gracias a la Estrella del Norte o Estrella Polar, principal medio de orientación para los navegantes cuando el Sol se escondía tras el horizonte y no podían ver el camino de ninguna forma. Si ellos perdían el Norte, estaban perdidos, a la deriva, sin saber a dónde iban. Y desde entonces hasta ahora se ha mantenido esa gran expresión que es “Perder el Norte”.
Cuando alguien pierde el norte significa que pierde la razón, que se comporta de forma desordenada y errática, pierde la vergüenza, un mínimo de ética y hasta la dignidad. A la ciudadanía se la está violentando, acogotando, presionando, estafando y desilusionando. ¿De verdad piensan en Moncloa que al asunto del Colegio Mayor Elías Ahuja le van a sacar rédito político? No han aprendido la lección de haberse pasado de rosca con Isabel Díaz Ayuso.
La desesperación nunca es buena, nubla el pensamiento y quizás el desesperado acabe llamando la atención de las personas a las que no te habías dirigido y estas descubran tus intenciones provocando un efecto boomerang.