La III Guerra mundial, ya, está aquí. Por Amando de Miguel

La III Guerra mundial, ya, está aquí.

«La III Guerra Mundial (que, ya, ha comenzado) resulta de la falta de realismo de las Naciones Unidas. Es una organización desfasada»

Hace más de seis meses, escribí, en esta pantalla, que nos encontrábamos en los prolegómenos de la III Guerra Mundial. Rebatía, entonces, la tesis aceptada de que la Guerra de Ucrania iba a ser del tipo “relámpago”.

Las dos guerras mundiales anteriores empezaron, también, como escaramuzas ocasionales, aunque, luego, se vio que eran, fundamentalmente, guerras civiles europeas. En ambos casos, se registró la concomitancia de los conflictos bélicos con sendas crisis económicas de gran alcance. Ahora, se repite un poco la historia.

En la II Guerra Mundial, Hitler se anexionó, bonitamente, Austria y la zona de los Sudetes de Checoslovaquia. El pretexto era que sus habitantes hablaban alemán. De nuevo, se repite el falso argumento con la anexión de las regiones orientales de Ucrania por parte de Rusia. En la Europa del Este, son muchas las zonas donde se habla un idioma que no es el del resto de la nación. Así, que el pretexto para la invasión resulta ridículo.

Otra semejanza es que, ante la injerencia de Rusia, el resto de los Estados interesados responden, solo, con un tímido “apaciguamiento” verbal, incluidas las dudosas “sanciones” económicas a Rusia.

Lo nuevo de esta ocasión es el temor, bastante justificado, de un holocausto nuclear. Es una ley de la experiencia que, si se posee un arma, se acaba utilizando. De momento, más parece una profecía autoderrotante, pues el intercambio de bombas nucleares nos llevaría al suicidio colectivo. No se me alcanza la posibilidad de que se utilicen, solo, bombas nucleares “tácticas” de corto alcance. En ese caso, ¿quién y cómo va a controlar la expansión radiactiva? En todo caso, Ucrania quedaría devastada y, quizá, una buena parte de la Europa oriental. No sé quién podría ganar algo con eso.

La II Guerra Mundial estalló por la inoperancia de la Sociedad de Naciones, una entidad con buenos propósitos, pero, poco efectiva. De forma parecida, la III Guerra Mundial (que, ya, ha comenzado) resulta de la falta de realismo de las Naciones Unidas. Es una organización desfasada.

Además, ahora, se propone establecer una especie de autoridad “global” para combatir el cambio climático, entre otras insensateces.

La III Guerra Mundial no lo será del todo hasta que intervenga el bloque asiático, otro paralelismo con la II Guerra Mundial. En el caso actual, no es la intervención de China o Japón, sino un bloque asiático más amplio, que comprenda el territorio dominado por la influencia de China. De momento permanece a la espera.

Los dos hipotéticos hemisferios se acusan, mutuamente, de una actitud imperialista sobre el resto del mundo. No le falta razón a ninguno de ellos. El conflicto económico se centra, ahora, en el dominio de las materias primas (minerales, petróleo, gas, tierras raras, cereales y otros alimentos). Esa base es, justamente, la que falla en Europa, más débil que nunca.

Amando de Miguel para la Gaceta de la Iberosfera.

Amando de Miguel

Este que ves aquí, tan circunspecto, es Amando de Miguel, español, octogenario, sociólogo y escritor, aproximadamente en ese orden. He publicado más de un centenar de libros y miles de artículos. He dado cientos de conferencias. He profesado en varias universidades españolas y norteamericanas. He colaborado en todo tipo de medios de comunicación. Y me considero ideológicamente independiente, y así me va. Mis gustos: escribir y leer, música clásica, chocolate con churros. Mis rechazos: la ideología de género, los grafitis, los nacionalismos, la música como ruidos y gritos (hoy prevalente).

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