
«Además de comunistas, son gente seria de verdad y gracias a ellos el mundo puede descansar tranquilo. Sobre todo, ¡Taiwán!»
Bien se ve que las más altas autoridades políticas chinas,
además de comunistas, son gente seria de verdad:
en el Congreso del Partido, apenas unas sonrisas;
la más amplia de ellas la de Xi, a quien parecía
dolerle el epigastrio… o puede que el ‘fistro duodenal’.
Y es que ya no se encuentra personas tan empáticas y tan comedidas,
adalides, todas ellas, de la democracia y la verdadera libertad.
En verdad -como ‘Alicia’-, viven, los chinos, en ‘El País de las Maravillas’.
El mundo puede, pues, descansar tranquilo. Sobre todo, ¡Taiwán!