
«Por la ruina de España, personajes más engreídos, petulantes, chulànganos embusteros, trileros y farsantes de todos los tiempos que superen al piernas éste, un dos,tres, responda otra vez…»
Sostiene el listillo monclovita que las urnas le legitimaron
para pactar con apestosos sediciosos y bolivarianos,
con malversadores convictos separatas y expresidiarios
y con nauseabundos filoetarras que nunca se apearon
de la banda de criminales que a 900 españoles asesinaron.
Y lo sostiene, miren Uds., con la boca enteramente abierta de un caimán;
esa boca de ominosas fauces enormes y falaces
con la que el control de todas las instituciones ansía TRAGAR!
Y es que un pueblo puede caer en la gran desgracia
-pese a los resortes que protegen la democracia-
de topar con un individuo cuyo narcisismo infinito acojona;
pero sólo el nivel de auténtica tragedia tal pueblo
alcanza cuando dicho ególatra es, además, UNA MALÍSIMA PERSONA!
Pongamos que de Pedro El Felón venimos a hablar.
Luego no seré yo quien le desee una feliz Navidad.