
«A grandes rasgos, a una generación creativa e innovadora le sucede otra regresiva, sumida en una crisis profunda»
Conviene repasar el “método de las generaciones”, enunciado hace un siglo por José Ortega y Gasset. Era un artificio ingenioso para comprender mejor la historia. En este caso, me refiero a la España contemporánea, la que va desde Cánovas al presente; es decir, los últimos 150 años.
El inconveniente de la idea del filósofo madrileño es que él parte de un lapso de generaciones de 15 años, cosa que no se justifica mucho. En cambio, el intervalo de unos 30 años corresponde a una unidad natural. Es la distancia en años que separan, como promedio, la edad de los padres y la de los hijos. El cuadro siguiente establece el esquema generacional para el último siglo y medio de vida española:
Intervalos de fechas Generaciones políticas para el conjunto de la nación
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1876-1905 Fórmula canovista del “turno pacífico” de los dos grandes partidos
1906-1935 Crisis del “turno pacífico”. Irrupción de los militares y de los sindicato
1936-1965 Guerra civil, autarquía, comienzos del desarrollo
1966-1995 Modernización política. Paso a la transición democrática
1996-2023 Crisis económicas y trazas autoritarias en la democracia
Obsérvese un curioso ritmo ondular. Es decir, a grandes rasgos, a una generación creativa e innovadora le sucede otra regresiva, sumida en una crisis profunda. La unidad aproximada de 30 años se puede aplicar a cada individuo conforme al esquema siguiente:
Generaciones para cada individuo
Años de edad (cohortes) Años de…
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Hasta los 29 formación (infancia, adolescencia, juventud)
30-59 máxima actividad profesional y reproductiva
60 o más actividad reducida (retiro)
Si combinamos ambos cuadros, se obtiene una buena síntesis de la sucesión de las generaciones en la historia. Compárese esta doble secuencia al tresbolillo de dos generaciones. Partimos de la generación de “los niños de la guerra civil”. Son los nacidos durante esa etapa bélica o los duros años posteriores de la represión, la autarquía y el racionamiento. Son cohortes poco numerosas; reducidas, además, por una alta mortalidad infantil. Lo significativo y paradójico es que esa generación “doliente” protagoniza, como adultos, los éxitos del intenso desarrollo de los años 60 y 70. Es más, como adultos bien instalados, les tocó protagonizar los primeros pasos de la “transición democrática” con un notable éxito político.
Veamos el contraste con la dinámica de la generación siguiente: los nacidos en los años 60 y 70. Son los hijos de la “generación de los niños de la guerra civil”. Se les conoce como los niños del baby boom de los años 60 y 70. Son cohortes muy numerosas con muy baja mortalidad infantil. Como adultos les tocará la suerte adversa de cierto estancamiento económico y las trazas de autoritarismo de la democracia actual.
Amando de Miguel para la Gaceta de la Iberosfera.