
«Nuestros políticos anteponen lo que interesa a muy pocos frente a lo que serían necesidades de carácter general para los españoles»
En este desbarajuste en el que se ha ido convirtiendo la actuación política en las últimas décadas, cuatro completas ya, asistimos, casi a diario, sobre todo últimamente, a una verdadera inversión de prioridades. Nuestros políticos anteponen lo que interesa a muy pocos, sus ocurrencias, al fin y al cabo, convertidas en leyes, frente a lo que serían necesidades de carácter general para la inmensa mayoría de los españoles. Cierto que esos “muy pocos” son muchos más de los que me gustaría, y que se deben fundamentalmente a lo que el citado desbarajuste político, ha permitido y, por ende, propiciado, pero siguen siendo muy pocos, en cómputo nacional. Pero mandan mucho y tienen el Boletín Oficial del Estado a su disposición. Y no tengo ninguna duda de que, si no se pone coto a la mediocridad creciente y apabullante de nuestros políticos, esa, todavía, minoría social, seguirá aumentando y, si Dios no lo remedia, o sea, nosotros en la libertad que se nos dio, el daño llegará a ser irreparable sin una revolución de coste incalculable.
Sin ánimo de ser exhaustivo, que diría un conocido comunicador, ahora en el exilio, vamos con algunas de esas cosas importantes para muy pocos. En su mayoría, fruto de una mezcla de inmadurez y falta de formación, adobadas con un sectarismo enfermizo y un resentimiento, o frustración, impropios de muchos de esos personajes que las propugnan.
Una de las más destacables es la famosa ley del “Sólo sí es sí” que, al final, sacó a relucir de nuevo la ruptura de fondo que hay en los socios frentepopulistas, juntos todavía, sólo, para conservar el poder. Algo que quedó patente en la soledad que la proponente y su colega animalista ofrecieron en el banco azul del Congreso el día que se votaba su reforma. Ya veremos lo que da de sí, o de no, después de sus nefastas consecuencias de reducción de condenas –en torno a 800, ya– y excarcelaciones –unas 80– a delincuentes sexuales. Ruptura que también quedó patente en las fallidas manifestaciones del famoso 8-M, este año con socialistas y podemitas separadas, que no dieron ni para una foto grupal.
Por si esa aberración fuera poco, sus “señorías”, sacaron adelante, también, una patética y antinatural ley Trans, desde la que se les quiere hacer ver a los niños la “realidad” de su sexo. Eso sí, desde el “maduro análisis” de pensar, ellos, en su tierna infancia, si están o no de acuerdo con el que la madre Naturaleza, Dios para los creyentes, les otorgó en su carga cromosómica. Carga cromosómica que, necesariamente, será XX –femenina– o XY –masculina–, las dos únicas posibles, por mucho que no le guste a las/”les” integrantes de la conocida como “banda de la tarta” que ocupa el ministerio de Igual-da, que manda “formarse” a los jueces. Ley que nos ha deparado unas cuantas decenas de géneros –hasta 112 tipos he leído que se contemplan en los EE. UU “demócratas”– a gusto del consumidor y del momento y estado de ánimo en que se encuentre, cuando no de la conveniencia judicial, deportiva o de cualquier otra clase que convenga al interesado.
No se queda atrás la antes citada como “colega”, Ione Belarra, ministra de Derechos –bastante “Torcidos” por cierto– Sociales y Agenda 2030. En este caso, con su ley de Bienestar animal, que se ha tramitado por el procedimiento de urgencia, para más inri, por tratarse de “una cuestión de gran importancia para la sociedad”. Esta ley da un plazo de seis meses a los propietarios para que denuncien a sus «seres sintientes», que así dicen los podemitas que hay que llamar a las mascotas. Entre las que causan baja doméstica, según esta basura legislativa, “ratones, hámsteres, cobayas, chinchillas, conejos, tortugas, periquitos, cotorras, primates –monos para víctimas de la LOGSE– y mamíferos silvestres que, en estado adulto, superen los 5 Kg, así como artrópodos –insectos, crustáceos o arañas, para los de antes–, peces y anfibios cuya mordedura o veneno pueda suponer un riesgo grave para la integridad física o la salud de personas y (por supuesto) seres sintientes”. Tampoco se libran los “reptiles venenosos y aquellos que, en estado adulto, superen los 2 Kg, excepto quelonios” –tortugas y galápagos, para los mismos–, que se librarán por el peso del caparazón, supongo. Todo ello en virtud de que a partir de ahora la denominación “animal doméstico” se convierte en “animal vertebrado” –es decir, con huesos, siguiendo la lección para logsianos–.
Y, por si fuera poco, los poseedores de especies prohibidas están obligados a “delatar” su existencia para que sean recogidos por las instituciones zoológicas correspondientes. Hace hincapié esta “ley” en la zoofilia, que, en su acepción segunda, define el D.R.A.E. como “relación sexual de personas con animales” –lo que podrían aprender hoy las citadas víctimas de la LOGSE, tan abundantes en el podemismo, si leyeran todo esto–. Una aberración que hasta ahora se consideraba delito penal, y que dejará de serlo siempre y cuando, “no produzca lesiones en el animal”. Me pregunto yo si el lesionado, como “animal sintiente”, o algún pariente o amigo solidario, se “personará” en el juzgado de guardia para denunciar al depravado maltratador. Y es que tanto esta ley, como las anteriores, no dejarían de ser una anécdota transitoria –espero, Sr. Feijóo– y casi humorística, de no ser porque han supuesto serias reformas tanto en el Código Civil como en el Penal, que se traducirán en multas o privación de libertad de diferente cuantía y duración, según se trate de faltas leves, graves o muy graves.
Hay que citar también, en este apartado de ocurrencias lo que se aprobó en el contubernio de ministros, ministras y “ministres” del pasado día 7 como Anteproyecto de Ley Orgánica de Representación Paritaria de Mujeres –ellas primero, faltaría más– y Hombres en los Órganos de Decisión, que “garantizará su igualdad efectiva en la política, la administración y las empresas”. La que ya se conoce como nueva ley de paridad, que más bien parece nueva “parida” electoralista del showman Pedro “Antonio Narciso y otras yerbas”. Empezaría por preguntarle a nuestro no querido presimiente Falconeti, qué entiende él por paridad, cuando en el organigrama de su departamento vemos lo siguiente: Director de gabinete: Óscar López Águeda; Secretario general: Francisco Martín Aguirre; Director adjunto del gabinete: Antonio Hernando Vera; Sec. Gral. AA. Económicos y G20: Manuel de la Rocha Vázquez; Oficina Coordinación Presidencia UE: Mª Aurora Mejía Errasquín; Sec. Gral. Planificación política: Francisco Salazar; Alto comisionado lucha pobreza infantil: José Gasco Gonzalo y Alto comisionado España nación emprendedora: Francisco de Paula Polo. Es decir, contándolo a él, OCHO hombres y UNA mujer, o sea, una auténtica “paridad” la que existe en Presidencia. Sería larguísimo, además de aburrido por demás, entrar en el detalle de los distintos cargos y “cargas” ministeriales y empresas públicas que, puedo asegurar, porque tengo la relación completa, que no difiere mucho.
Frente a esos “importantísimo y transcendentales” asuntos para la sociedad en su conjunto, pasan casi desapercibida la nimiedad de algo más de 443.000 parados más, que reconoce ahora el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz, escondidos bajo esa figura del “fijo discontinuo” que se estableció en la “reforma de la reforma” laboral del Partido Popular. Así, los 2.837.635 desempleados con que cerró oficialmente 2022, pasarían a más de 3.280.000. Pero parece que son más los camuflados bajo el eufemismo de desempleados, Se habla de otros 200.000 más.
Tampoco se habla demasiado ni, mucho menos, se dan explicaciones sobre la deuda pública que no para de crecer. Los 1’2 billones –con 12 ceros– con los que cerró 2018, son hoy 1’5 billones, es decir, un 25% más, representando algo más del 113% del PIB. Tampoco se dice que en 2003, último año de la gestión de José Mª Aznar, la deuda era de 0’382 millones.
Lo mismo que sobre la subida del IPC, aunque inferior al de hace un año, que superó el 10%, “a causa de la guerra en Ucrania”, que empezó en febrero de 2022, y había cerrado 2021 en el 8’6% y 2020 en el -0’5%. Pero la inflación subyacente, la que de verdad duele en el bolsillo de los ciudadanos, no da tregua y cerró el mes de enero en un 7’5%. Claro que la vicepresidente de Economía, casi “Nadie” Calviño, nos dijo en su día que ella notaba en el supermercado –¿a cuál irá ella, si va a alguno?– que “los productos en los que había bajado el IVA estaban más baratos”, algo que no ha notado nadie. Tampoco se reacciona ante la escalada del Euríbor, que rozaba el 4%, y al que ha dado un respiro la quiebra del Silicon Valley Bank estadounidense, pero sigue su camino al alza. Parece que habría que dejar de hablar de la “cartilla de racionamiento” que parecen querer imponer algunos de nuestros políticos y empezar a hacerlo de la “cartilla de razonamiento” que deberían tener ellos, a los que parece faltarle el sentido común, además del de Estado, en muchas de sus decisiones.
Por supuesto, nadie parece inmutarse en nuestro gobierno ante esas cifras que antes citaba de reducción de condenas y excarcelaciones, como consecuencia de la entrada en vigor de la ley estrella de la marquesa de Galapagar. Todo se ha quedado en una propuesta de reforma que, de momento, espera los tramites parlamentarios, para esto no hay trámite de urgencia, mientras sigue aumentando el número de delincuentes sexuales beneficiados.
También se ha querido dar carpetazo a un nuevo caso de corrupción socialista, y van…, conocido como Caso Mediador, más popularmente, el del Tito Berni. Por el contrario, se resalta el Caso Cuarteles, como lo llamó Pachi Nadie López, sobre una supuesta trama de corrupción en el seno de la Guardia Civil. Pero claro, esto cubre un doble objetivo, tapar la responsabilidad del PSOE y denostar a la Benemérita, uno de los objetivos prioritarios de los socios de gobierno y apoyos nacionalistas.
Termino en este Día del Padre, que después de la entrada en vigor de la citada ley trans, no sabemos si pasará a llamarse “día del progenitor A, o B transformado” o vaya usted a saber en esa locura de personalidades de género que ahora se quieren imponer desde la parte podemita del gobierno, consentido por la socialista, que no se olvide esto, y por sus compinches de la extrema izquierda. Ya hemos visto que se ha cambiado en el Código Civil la palabra “Padre” por la aberración “Padre o progenitor no gestante”. Otro paso más en la desnaturalización de la familia tradicional, sustituida ahora por unas treinta y seis clases de agrupaciones familiares, para desconcierto social y destrucción del orden moral establecido por el humanismo cristiano, verdadero enemigo a batir.
Y es que, cuando las ocurrencias, caprichos, frustraciones de la niñez o ideología sectaria se convierten en leyes, no se puede esperar otra cosa. Pero no hay que extrañarse demasiado. Salvando las distancias, que son abismales entre esta gentuza y nuestros padres de la Constitución, algunos, no todos, recordemos que, por escuchar a una docena de catalanes, media de vascos y, tal vez, un gallego, se dio demasiado pábulo a esas minorías y se dejó demasiado abierta la Carta Magna. De aquellos polvos, estos lodos y no le demos más vueltas. Es insensato y debería ser inadmisible que se imponga el deseo/capricho de unas minorías muy insignificantes, hoy demasiado crecidas por semejante despropósito de querer contentar a todos y, en especial, a grupos muy poco representativos. No hace falta ser un experto politólogo ni avezado analista político para comprobar que, si se pierde el sentido común, la política degenera en estos resultados, cada vez más alejados del sentido de Estado que desapareció hace muchos años del espectro político.
Sobre la nueva encuesta del Centro de Invenciones Sánchez, nada nuevo bajo el Sol, el amado “Ldle” sigue arrasando y abriendo brecha sobre el nefasto PP, al que ahora se critica al unísono desde las instancias gubernativas y socialistas por haber anunciado su abstención en la inútil moción de censura de VOX, que al final veremos encontró su Candidato de Último Recurso, (CUR). Nos esperan unos días entretenidos la próxima semana, al respecto, y tiempo habrá de dedicar algunas reflexiones a lo que diga Ramón Tamames y a las diferencias con el discurso de su patrocinador, con la incógnita de quienes darán las réplicas desde el banco azul, entre las que suena la vivechulísima Yolanda que tratará de SUMAR apoyos de la izquierda.
Me despido deseando que descanse en Paz el desaparecido Pedro Solbes, que se despide de este mundo con dos récords difíciles de igualar, haber arruinado a España dos veces, con Felipe González en 1996 y con José Luis Rodríguez Zapatero en 2009. Que encuentre más paz que la que dejó.