
«Queda la tercera y última parte, el PP, VOX y el drama que nos envolverá a todos si estos caballeros no se ponen de acuerdo»
Pese a lo que digan las opiniones de los santurrones de guardia, comunicadores infalibles, voceros cautivos, tertuliamos de uno y otro signo, pero sobre todo los medios vendidos al tirano, partidos adyacentes, y demás fauna de imposible clasificación, después de la moción de censura, nada volverá a ser lo mismo. Esta moción de censura ha venido para aclarar quién es quién, y quién no será nunca quien algunos pensaban que era.
A dos meses de unas elecciones en las que previsiblemente va a cambiar sustancialmente el signo político de muchos centros de poder, convenía recordar a la ciudadanía, quién es el individuo que nos mal gobierna, cuáles son sus apoyos, pero sobre todo quién y cómo actúa el que se postula para sustituirle.
El resto a excepción de VOX, la calderilla social comunista incluida doña Tecla la requetecursi, y el partido del ausente Feijóo, son como una triste bandada de grajos a los que únicamente se les permitirá vivaquear posados en los cables de la red eléctrica, sobre un campo de alfalfa recién arado.
Es tan grosera la promiscuidad del gobierno, a la hora de relacionarse con los partidos de la ultra izquierda que le apoyan a base de chantajes, que ya a nadie le sorprende. Actúan y se producen como una orquesta de estafermos, nada queda al azar, y lo que no, también les cuadra. Estos son los diputados que han apoyado a su sanchidad, tal y como se han retratado, y tal y como los he visto.
Hemos podido ver a Yolanda perpetrando su primer mitin electoral, milagrosamente sin despeinarse, tal vez porque sólo lo hace cuando lo exige el guion. Extemporánea vocinglera y cursi hasta el hartazgo, tan falta de convicción como de construcción gramatical. Yolanda sólo acierta cuando está callada, quizá por esa razón sólo lo hace cuando está sola. La ha presentado el felón, prueba más que suficiente para ver quién ordena y manda en la extrema izquierda actual. Les apodan como Pantaleón y sus visitadoras, no seré yo quien ponga pegas a tan esclarecedora definición. A partir de ahora a Iglesias sólo le queda asaltar los cielos, a lomos de un par de acémilas de dudosa valía.
Inés Arrimadas, hizo algo inverosímil: construyó un discurso correcto y aceptable, y al final se contradijo a sí misma anunciando que votaría en contra de lo que acababa de decir. No pertenece a la siniestra propiamente dicho, pero tampoco aclara por qué no lo es. Ella es así.
Juan Baldoví, sujeto engañosamente amable, pero no se crean, el guardaespaldas político de Oltra es un político avieso y mal encarado. Lo demostró vociferando como un poseso al profesor Tamames. Un individuo que alardea de su poca clase, de su nulo estilo y de su farfolla mal hablada y ridículamente expresada, sólo puede aspirar a terminar su carrera política arrastrando sus vergüenzas donde escupen las personas mayores.
Aitor Esteban, quizá el peor de todos, que ya es decir. El político nazionalista vasco que más tiene que callar, suele impartir lecciones de señorío, algo que rotundamente desconoce. Si escribiese lo que pienso de este individuo, pondría en serios apuros mi libertad. Pertenece a la escuela de Santoña, cuna de cobardes y traidores. Puede llegar a dar de sí, lo que uno esté dispuesto a dar por él, o sea, nada. Particularmente opino que viniendo de donde viene, y del partido que procede, nada bueno puede esperarse de tan extraordinario farsante.
Rufián. Podía decirse que es el padre putativo de todo aquello que tiene que ver con seriedad señorío y buenas costumbres. Es un tipo profundamente despreciable, extraordinariamente rufianesco y calculadamente deleznable. A veces tragicómico, otras indigno, pero desafortunadamente para él, no sabe disimular su profunda estulticia y su clamorosa zafiedad. Si lo ven por la calle mírenle directamente a los ojos, hasta que les baje, su valentía sólo dura tres segundos, comprobado. Es el mejor ejemplo que podía ponerse de un miembro de la tristemente “célebre” ERC.
Pachi López, el sujeto que dejó en ridículo al indigente moral de la Moncloa cuando le dijo aquello de… “Pedro ¿pero tú sabes que es una nación?”. Indiscutiblemente fue lo mejor que hizo en su vida, a partir de aquella epopeya se limitó a vegetar políticamente. El espectáculo que dio en ambas sesiones de la moción de censura, habla muy bien de su cinismo, y su acrecentado guerra civilismo. Por no hablar de su acendrado sectarismo y su recalcitrante estupidez, que desde hace algún tiempo amenaza convertirse en legendaria. Al lado de Don Ramón Tamames, Pachi es un adefesio político, un don nadie, un lacayo de Otegui, un montón de indignidad, un individuo oscuro y un recalcitrante orate, el digno bufón de un autócrata embustero y miserable.
Merche Aizpurúa. La voz de ETA en el congreso. Desde el minuto uno trabajó por convertirlo en una vulgar herrico taberna, si lo consiguieron o no les pertenece a ustedes decirlo, yo creo que sí. Que un grupo de simpatizantes de ETA, a la cual nunca condenaron, por tanto, herederos políticos de una banda de mafiosos criminales con centenares de asesinatos a sus espaldas, den clases de humanidad como esta zarigüeya hizo en en el Congreso, es difícilmente soportable. Como español que paga con sus impuestos el sueldo a estos miserables, tengo todo el derecho a definirlos, tal y como esa roña infecta hace con los que tiene enfrente, que son la mayoría de los españoles.
Y por último el gran simulador, siempre pasado de bótox. Muy a su pesar, el arrastre de cadenas le precede. Gorrón por costumbre y naturaleza. No hay evento en el que no dé la nota, mostrando al mundo lo almibarado y falso que es. Desde que la UE le nombró pagafantas oficial, ha cambiado de vestuario, ahora va de repijo, más que nada por destacar entre los pijos oficiales.
El que iba de sobrado, se convirtió en sobrero. La lidia le correspondió al maestro Tamames, antiguo maestro con toreo exquisito, fino y siempre en su sitio, toreando al natural. El felón se presentó con terno azul violento, plúmbeo e insufrible, ejerciendo con suficiencia su doctorado en peroratas. Ya de salida derrotó en tablas con el pitón izquierdo, con su acostumbrado tono monocorde y cansino, y a petición del maestro tomó dos varas, apalizando a la concurrencia con su brutalidad acostumbrada. En banderillas se mostró manso, como era previsible. Los primeros bostezos no tardaron en llegar. Al final de su espectacular faena, el maestro Tamames viendo que la noche se le echaba encima, desempolvó su particular tarro de las esencias y entró a matar. Lo mandó elegantemente a los chiqueros de un pinchazo, dos descabellos y un par de zascas que le hicieron hincar las rodillas. Como colofón, su particular cuadrilla con el sobresaliente Bolaños a la cabeza, arrastraron por las perneras al susodicho hasta el desolladero parlamentario.
No he encontrado mejor forma de definir lo que fue la intervención del morlaco. Queda la tercera y última parte, el PP, VOX y el drama que nos envolverá a todos si estos caballeros no se ponen de acuerdo.