Conversaciones en el andamio: La mugre. Por Francisco Gómez Valencia

«La foto forzada de Pablo e Irene, en modo amable, destaca la mugre de una esquina de la pared, y hasta la mugre de la guitarra…»

Menudo cirio, ¿verdad? Hace unos días cuando hablábamos del nuevo proyecto comunista “chusmear”, tratábamos el asunto del corneado Pablo Iglesias; y el que suscribe la presente, decía textualmente: “ya no le da
para mucho más aunque siga sobreviviendo troleando a los cada vez menos fans que le quedan, le ríen las gracias y le pagan las fantas; como hacen sus alter ego en la derecha, malviviendo en algunos medios cutres de desinformación”.

Bien: pues eso mismo, lo sigo pensando hoy con más fuerza una vez visto como esos medios antes citados, han abordado el asunto de la foto forzada e impostada de Pablo e Irene en modo amable, destacando la mugre de una esquina de la pared, la mugre de una esquina de un mueble y hasta la mugre de la guitarra del “cantaor”, lo cual seguramente teniendo en cuenta las fuentes, será fruto de la inteligencia artificial esa que de momento, parece que solo sirve para meter mierda y hacer memes.

Decía que además y para mas I.N.R.I. una vez destripada la foto; ya puestos al crear confusión ¿por qué no incitar al fanatismo, creando la sospecha de que el tirador del bolso que está sobre la mesa, se asemeja con una raya de cocaína?

Decir que no todo vale se queda corto, y ya se que muchos dirán que se merecen el escarnio y mucho mas, pero cuanto ganaríamos todos si cada cuál se entretuviera sacándose la mugre de su ombligo o de las orejas, usando la uña larga del meñique como hacen los patriarcas gitanos y los comerciantes chinos. ¿Cómo era eso de la paja en el ojo ajeno y la viga en el ojo propio? Pues eso…

¡Hala! Leña al mono que es de goma, cada cual que aguante su vela y que cada perro se lama su pijo.

Retomamos las conversaciones después de habernos sacudido los pecados si es que habíamos cometido alguno importante, que no lo creo.