Conversaciones en el andamio. ¿De qué vas, Almeida? Por Francisco Gómez Valencia

¿De qué vas, Almeida?

«¡Qué difícil lo tienes José Luis, pues entregar las llaves de Madrid a cualquiera y menos a un terrorista y narcotraficante no tiene perdón de Dios!»

Ayer los del grupo popular del Congreso, de nuevo pecaron de pardillos y se pusieron en pie para aplaudir como focas a Gustavo Petro (el Presidente comunista de Colombia), para diferenciarse de VOX.

En comandita con el PSOETA, no cayeron en que molestaría lo mismo no tragar con el colombiano, que no ser maleducados, pero ya sabemos que van cortos de mala leche, o quizás es que son así. Mientras, los diputados de VOX se marchaban del hemiciclo con caras largas, porque el indígena, nos había insultado por última vez el primero de mayo, y por representar al Foro de Puebla, San Paulo, o yo que sé…

Mejor hubiera estado no presentarse directamente, aunque ya sabemos que a estos les gusta más vengarse, que a un tonto una piruleta con tal de retratar otra vez al PP, mientras se mimetizaba aplaudiendo con el PSOE.

Que gustazo y más cositas, les provoca a los de Abascal, hacer la pinza una y otra vez, pero bueno… eso es harina de otro costal.

Los de Abascal

Personalmente, el PP nacional me duele y mucho. Por eso, desde que Rajoy se convirtió en el bolso de Soraya, y se largó para cocerse con sus amigotes, me la suele traer al pairo, aunque sigo mirando de reojo pues me unen lazos invisibles, unas enormes ganas de saltar como un espontáneo y lo mejor; grandes amigos. Igual, a los menos allegados y algunos lectores, hoy les pique y desagraden las conversaciones aunque, creo sinceramente que a mis amigos peperos, “pata negra de Alianza forjados en la Complutense y mas allá”, me dirán: “leña al rojo, al OPUS, y a los testigos de Jehová”.

En cuanto a Almeida, me lo dejé de creer por el escandalo de Pablo Casado, cuando este por voluntad propia, quedó a los pies de los caballos al creerse a Sánchez posicionándose contra Ayuso. Además, el alcalde y su grupo municipal, mantenido por los traidores y libertarios de Ciudadanos, más los comunistas carmenitas, me produjeron tal vergüenza ajena cuando lo de los Presupuestos, que por eso y desde entonces, carezco de empatía por el personajillo…

No se puede soplar y sorber a la vez, aunque la parte moderadita de las estructuras del ‘peperismo’, la goce quedando una y otra vez como la muleta del PSOE. Pues nada: seguir así que igual, hasta ‘pedrete’ sale ganando en el Congreso y Rita la cantaora en el Ayuntamiento de Madrid.

Acaso nadie se ha dado cuenta que por alguna curiosa razón, Ciudadanos últimamente aparece en todos los telediarios nacionales en la sección de política nacional. ¿Qué buscan en Ferraz, revivir al muerto? Más vale que
este bien muerto, porque sus escaños los perdería Feijóo ya que los liberales son carnaza de Sánchez, y los de VOX parece que sacarán menos de los 52 actuales.

Respecto a la visita de Petro, que el Rey “bobón” haga de Rey, pues bueno; con pasar de él y de la institución, pues ya estaría pero… ¡lo de las llaves de la ciudad, es imperdonable e innecesario! Para hacer el ridículo, ya están los “peperistas” del Congreso y Felipe & Leti, en el Palacio Real.

En fin José Luis: qué fácil es cagarla. Qué fácil es obedecer a pies juntillas a los tibios globalistas. Qué fácil es traicionar a los votantes hispanoamericanos que huyeron del comunismo. Qué fácil es hacer lo contrario de lo correcto para tratar de quedar bien. Qué fácil es liarla parda por salir en otra foto. Qué fácil es llevar la contraria a las bases. Qué fácil es creer que los actos no tienen consecuencias. Qué fácil es pensar que la gente es imbécil. Qué fácil fue ser amiguito de Casado y Teo. Qué fácil es no tener personalidad. Qué fácil se defrauda al personal. Qué fácil
es engañar a la gente. Qué fácil es ser un pelota. Qué fácil es ir de segundón. Qué fácil se puede perder el Ayuntamiento. Qué fácil hubiera sido hacer lo correcto y dimitir cuando traicionaste a Isabel. Qué fácil fue pactar con los comunistas carmenitas llenando la ciudad de bicis, patinetes y absurdos carriles bici. Qué fácil es ir de bufón pensando que así se nos olvida lo que hiciste. Qué fácil es ser Carmeida.

Por todo esto… ¡Qué difícil lo tienes José Luis, pues entregar las llaves de Madrid a cualquiera y menos a un terrorista y narcotraficante no tiene perdón de Dios! Espero que si no sales reelegido, al menos dimitas y te vayas a tu casa. Total, en la capital hay mas cantidad de basura progre por metro², que en todo el cinturón rojo.

Tus actos nos condenarán… ¿o se te olvida que estás ahí gracias a comerte con patatas a Villacís y gracias a la abstención del otro mendrugo? En fin; ya lo dije hace tiempo: si palmas, tengo guardado el meme perfecto y
nadie me podrá decir que no avisé. Entonces: que fácil será hacer leña del árbol caído; y si me equivoco, pues nada, haré como tú, alguna bufonada.

Conversaciones en el andamio. ¿De qué vas, Almeida?


Feliz día de San Florián.
Españistan 04|05|23

Francisco G. Valencia

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid en 1994 por lo tanto, Politólogo de profesión. Colaboro como Analista Político en medios radiofónicos y como Articulista de Opinión Política en diversos medios de prensa digital. De ideología caótica aunque siempre inclinado a la diestra con tintes de católico cultural poco comprometido, siento especialmente como España se descompone ante mis ojos sin poder hacer nada y me rebelo ante mí mismo y me arranco a escribir y a hablar donde puedo y me dejan tratando de explicar de una forma fácil y pragmática porque suceden las cosas y como deberíamos cambiar, para frenar el desastre según lo aprendido históricamente gracias a la Ciencia Política... Aspirante a disidente profesional, incluso displicente y apático a veces ante la perfección demostrada por los demás. Ausente de empatía con la mala educación y la incultura mediática premeditada como forma de ejercer el poder, ante la cual práctico la pedagogía inductiva, en vez de el convencimiento deductivo para llegar al meollo del asunto, que es simple y llanamente hacer que no nos demos cuenta de nuestra absoluta idiotez, mientras que la aceptamos con resignación.

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