¡MUY BUENOS DÍAS!
Nos adentramos en el jueves, y como viene siendo habitual en La Paseata, hoy cuento con la colaboración de un lector, Let Mechat.
Os presentamos una obra de pintura de un artista reconocido, tal vez no tanto esta obra. Os hablo de Monet. Después de haber vivido en Londres y Holanda durante la Guerra franco-prusiana, regresa a Francia, instalándose en Argenteuil. Es allí donde comienza su inspiración por los puentes. El puente que os mostramos, se erigió a principios de 1830. Dañado en la guerra franco-prusiana por las tropas francesas para obstaculizar al contrario en la entrada a París. Se pueden observar andamios colocados para reforzar la estructura del puente.
Claude Monet. París (Francia) 1840- Giverny (Francia) 1926. Pintor. Impresionismo. Paisaje, retrato, bodegón.

«The Wooden bridge» Por Let Mechat
Puente de madera
que unes el acá
con el más allá.
Puente de madera
unes dos vidas,
la tuya y la mía
de felicidad nos llenas.
¿Desesperas?
Atrévete. Se valiente
y cruza el puente de madera
quizás, otra vida te espera
y la ilusión se renueva.
Desde el puente de madera
miras el agua pasar
saltar, cruzar o solo mirar
¡vaya dilema!
Puente de madera
unos cruzan, otros miran
y el agua te recuerda
¡qué rápido pasa la vida!
Dicen que el río antes de entrar a la mar
echa una mirada hacia atrás
para recordar que fue torrente
dió vida a la buena gente
y ya solo le queda abrazar al mar.
¿Es el fin ya?
No. Los que se quedan, te recordarán
y los que se fueron con Dios esperándote están.
«The Wooden bridge» Por Mila Soyyo
Una tarde cualquiera, un bullicio me adentra
y no obstante no me encuentro, mejor miro desde fuera
es imponente ese puente, realizado con madera
contemplando los tablones, vértigo siento en mi esfera.
Paseo lenta, no me entorpezcas
son los caballos, trotan lentos aún no llegan
date ahora prisa, no me convenzas
será mi espera la que haga que aparezcas.
Aún sigo aquí, disipando el temor a seguir
pisando la hierba, la tierra, buscando tus huellas,
llegando hasta el río , diciendo: ¡Por fin!
Cansada me acuesto, cerrando los ojos
sintiendo tus besos, ya no quiero más;
salvo cuando llegues, mirar a este cielo
acariciar los sentidos y volverte a besar.
***
Finaliza este saludo de la mañana, en el que agradezco a Let su aportación, también a Manuel, porque lo hace posible y a vosotros, lectores de esta revista digital La Paseata os deseamos que tengáis un jueves extraordinario y jugando con las palabras os digo: Es impresionante poder ver lo que el impresionismo nos puede ofrecer.
MMB