En numerosas ocasiones llega, al barrio de las letras, la caravana de ese circo subvencionado en que se ha convertido el cine español.
(XXVI) La insoportable vecindad. Cine español: A ver… Por Manuel Artero

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En numerosas ocasiones llega, al barrio de las letras, la caravana de ese circo subvencionado en que se ha convertido el cine español.
El editor de La Paseata nada dejó para esta ocasión al impredecible azar y un emotivo discurso dirigido a los presentes vertebró la parte inaugural.
A la calle Núñez de Arce vino a recalar María Mola a la que los madrileños de entonces gustaba definir como sacerdotisa de Venus y clarividente profesional de las artes adivinatorias
Dos poesías porque no quisiera yo disgustar más de lo que ya estuvieron en vida a Góngora y a Quevedo
El hombre es violento además de mal educado e intuyo que después de maltratar a la mujer la emprenderá conmigo, pero la suerte me acompaña hoy y coincide en tiempo de la escena el padre Isidro
Desde aquel, lejano ya, Abril de 2014, en que Don Manuel Artero tuvo a bien publicar la entrevista que tan amablemente -y para mí una auténtica y agradable sorpresa- me solicitó entonces y que compartimos en mi primera ‘paseata’ con él por el Barrio de las Letras,
Esta mañana en las manos del poeta un casco de litrona. Seguro que quien, junto a la paloma lo colocó, creyó que hacía gracia. Estaría empachado de alcohol
Veo muy de mañana todos los días al joven Mamadou. Se intuye que se levanta con ganas de progresar y me alegro. Le he conocido pidiendo en la frutería de los chinos durante muchas semanas. Es fuerte y no tiene mas de veinte años. Viene de Senegal y sabe qué significa cruzar el desierto del Sahara huyendo de la muerte, y me ha emocionado algunas mañanas al cantar dulcemente, y a toda voz, en el cruce de la calle León con la calle Huertas, en el barrio de las Letras de Madrid. Entona bien el africano, sin desafinar. Se ha aprendido además un lema que intercala con su canción, sin intuir que ha comenzado con el discurso de la mentira
Mi amigo Juanma dice esta mañana que vive en su hogar la tristeza de la emigración y se pregunta qué ha cambiado en España, desde aquel Blanco y Negro repleto de maletas de cartón junto a los trenes, hasta el color de hoy en el que nuestros nuevos emigrantes comparten, anónimamente, las salas de embarque con ejecutivos, parlamentarios y turistas.