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Un nuevo flautista de Hamelin nos haría falta: la cloaca, que debería estar abajo, se ha desbordado llenándolo todo de roedores ansiosos por el queso España
PabLenin El Bolivariano y los infundios de las cloacas: Ya, ya…
Ya va siendo hora de que la gente corriente, esa que se dedica a sus quehaceres en la vida, tanto en casa, como en la oficina, o en ninguna parte en concreto, pida respeto
El problema se reduce a estos cuarenta años de cachondeo políticos de partidos vacíos de cascara reluciente y vientre que almacenaba la cloaca del Estado
La nueva T.I.A de los Tiparracos Impresentables Agrupados: ¿Hacemos una trampilla?
A dos días de que se cumplan diez años del atentado del 11 M en el que perdieron la vida 191 inocentes y nuestro país olvidó el significado de la razón de estado y la necesaria confianza en la justicia y la dignidad de nuestros funcionarios, escuchamos como nunca hasta ahora, las maniobras orquestales de la manipulación. Una nueva vuelta de tuerca a la insensatez, pero amplificada con los colorines de los dominicales de la clase periodística en los que se explayan las intenciones del poder con un guión cinematográfico construido con mentiras interesadas, que los mediocres triunfadores han titulado como la verdad del 11-M.
Las cloacas del estado reclaman lo suyo al gobierno sin hipotecas, pero No dejaremos que jodan nuestro antojo de eternamente gobernar
Hace unos días definí la política catalana de ciénaga y, a pesar de la exageración, hoy intuyo que me quedé corto por el ambiente de cloacas que respiramos