Ahora resulta que el caso de los Eres y toda la ingeniería financiera maquinada por socialistas con poltrona en Andalucía para robar fondos públicos era por el noble afán de mantener la paz social. Es lo que tiene la «Pesoe» y su potente área de Personal y Recursos Humanos. La buena gente que son, en definitiva, para repartir trabajo y dinero a sus amigos, sindicatos y seguidores y, de paso hacer el bien, a toda la sociedad procurando el necesario bálsamo de la paz social.
Con los «peperos», en cambio no hay manera y así lo demuestra el hecho de sus sedes «manifesteadas» y hasta agredidas por anarquistas de pro. Resultaría que mientras los buenos robarían por los demás, los malos lo harían para lustrar sus propios bolsillos. Y así, el transitivo robar queda del lado de las éticas personales o de partido político que lo ponen en marcha al introducir el cazo en el dinero público. No habrá paz, por tanto, para los fachas, ni se la merecen en este estado del bienestar y de la corrupción en el que en una de sus autonomías, Andalucía consigue estabilidad en sus calles plenas de desempleados, merced y paradójicamente, a la misma corrupción utilizada por mafiosos y similares grupos de poder que en la historia han legislado según sus normas.
Mientras tanto, en el resto del estado, que nos zurzan y a la calle, a la manifestación. Ideales y conceptos tan importantes como la educación, la sanidad, las libertades no faltan. Meras pantallas de la lucha por el poder. Como la que ahora ilumina los titulares de prensa y agota todos los minutos de las tertulias: El caso Bárcenas. Un auténtico muestrario de las maquiavélicas artes de la guerra sucia por el poder que, aunque la mayoría de los ciudadanos no hemos escenificado nunca en nuestras peores pesadillas, si nos permite intuir que los dos bandos de la confrontación, pertrechados de abogados, periodistas y demás sobornados, tienen las mismas vergüenzas que ocultar.
Totalmente de acuerdo con usted, don Manuel. Muy buen post. ¡¡Qué aburridos estamos los españolitos de a pié!!
Y a esta gente no le vale de nada lo que podamos decir…
¿Qué será de nosotros?
Un cordial saludo