«El tiempo que cambia a las personas no modifica la imagen que de ellas nos ha quedado. Nada resulta más doloroso que esa oposición entre la alteración de las personas y la fijeza del recuerdo cuando caemos en la cuenta de que tenemos una vida vagabunda, pero una memoria sedentaria»
(vol. VII)
MARCEL PROUST
Novelista, ensayista y crítico francés cuya obra maestra, la novela «En busca del tiempo perdido» compuesta de siete partes publicadas entre 1913 y 1927, constituye una de las cimas de la literatura del siglo XX, enormemente influyente tanto en el campo de la literatura como en el de la filosofía y la teoría del arte.
Cuando se llega a la madurez, uno de los conceptos que más manejamos es el de «el tiempo». Al menos a mi me ocurre. En otros tiempos…ya no hay tiempo…queda poco tiempo….aprovechemos el tiempo…eran otros tiempos….el tiempo pasa demasiado rápido….el tiempo te lo dirá…ya tendrás tiempo…..Suele ser motivo de reflexión con bastante frecuencia, y no porque pensemos que todo va demasiado deprisa, que ocurre, sino porque existe un ansia de aprender, de acaparar experiencias, de adquirir conocimientos, de amar más a los que quieres,de no querer malgastarlo en cosas que a nuestro juicio no valen la pena. Los que creemos que hay algo después de esta vida, nos conforta saber, si lo conseguimos, que nos llevamos el mejor bagaje posible y que se nos recordará cuando ya no estemos aquí. Sirva este fragmento de la obra de Marcel Proust «En busca del tiempo perdido» para reflexionar y desearos… Un gran día!.