
El PSOE hoy, en la sesión de control al Gobierno del Congreso de los Diputados, por boca de su diputada Patricia Hernández Gutiérrez ha acusado al Gabinete de Mariano Rajoy de matar inmigrantes. Para su discurso ha utilizado la muerte por tuberculosis del senegalés Alpha Pam en Palma de Mallorca. Y otra vez, el menudillo nacional de la manipulación política llega hasta mis fogones en el Barrio de las Letras en forma de pestilente hedor a cadáver, empeñado como estoy en aliñar unas simples judías verdes.

La señora, que pueden ver en la foto, además de parlamentaria se ha convertido en una nueva estrella de las redes sociales y reconoce que elabora en parte sus discursos a partir de las ideas que los ciudadanos le transmiten en Twitter. Defiende además que el uso de la red es necesario para ejecutar un cambio en la forma de hacer política. y , me imagino que, hoy, para ganarse el sueldo, ha declamado una compilación de tweets en la Tribuna: «la decisión del Gobierno marca la diferencia entre vivir y morir. La muerte de Alpha Pam se hubiera evitado con un tratamiento de 300 euros, sin embargo ha muerto. 300 euros, lo que cuesta un retrovisor de un jaguar, y Alpha Pam está muerto».

Conocí precisamente en la Red la trágica muerte del joven Alpha Pam. Gracias, justo es mencionarlo, a esa Argos electrónica que patronea Santiago González y en la que reman miles de españoles informados y con ideas, además de espíritu crítico y observador. Y aluciné. No habían pasado mas que unas horas desde la desgraciada historia de la burda manipulación en el caso de la hondureña María Concepción y por la que el Gran Wyoming incluso había pedido unas, se supone, sentidas disculpas desde su cadena de televisión. Una pánica historia, a medio camino entre «la ciudad y los perros» y «Sinhué el egipcio» de la que nunca sabremos la fuente manipuladora: Quizás unos Servicios Sociales tan subvencionados como politizados, puede ser que algún abogado recientemente licenciado, quizás alguna progre ONG, pudiera ocurrir también que fuera la singular acción de un plumilla ideologizado en el infierno. o simplemente la propia protagonista que, en realidad, no se con qué cara y maquillaje va a volver a su hospital de referencia, para pedir que le coloquen el hueso trepanado y por el que salvó su vida gracias a la profesionalidad y valía de los médicos españoles de la Seguridad Social.

Trasladé la descomunal demagogia de las dos historias a mis amigos, con especial hincapié en la curiosa y rápida destitución del doctor Fernando Navarro del Hospital de Inca, para descubrir sus opiniones y referencias, y recojo en esta Paseata la opinión, al respecto, desde Malta, de mi amiga Gracia Díaz-Telenti , auténtica exiliada interior, de profunda sensatez y tan poéticas como cultas referencias sobre la diversidad y la insensatez del ser humano:
«Apenas empezando a mañanear la mañana y ya me anochece… Nos tiran piedras desde la Troika y nos mangonean a más no poder porque nos hemos convertido en unos papanatas, víctimas de sus propias desgracias. No solo no hemos perdido el sentido común, sino que nunca lo hemos tenido. Seguimos siendo, en sustancia, un país campestre que aunque haya viajado en los años de bonanza nunca se ha enterado de cómo funcionan las cosas por otros lares.
Despreocupados y «felizones» fuimos por el mundo tortilla de patata en la cabeza y rodeados de amigos con euritos en los bolsillos que compraban dos y no uno porque somos así de campechanos y grandones.
Un pueblo que gracias a su fantástico sistema médico salía de casa sano y por lo general regresaba felizmente y sin contratiempos sanitarios al país, sin haber tenido que experimentar qué hubiera pasado en el caso contrario.
Mis años en África y América aseguran que no se recibe la más mínima atención sanitaria sin dinero, y que atención y medicamentos son extremadamente costosos. En mi caso, no enfermar de nada fue una constante preocupación y un empeño de la voluntad interiorizada que me dio, a Dios gracias, resultado.
España no es así, nosotros atendemos a todo el mundo e incluso fomentábamos y permitíamos el turismo sanitario.
Recuerdo bien las risas de algunos argentinos, que precisamente viven en Mallorca (Palma), gritando felices su dicha ante la posibilidad de “reparar” a sus familiares, que se trasladaban a nuestro país para todo tipo de intervenciones quirúrgicas, y dándose consejos mutuos acerca de los “procedimientos” a seguir. Era fácil oírlo todo pues ventanas y balcones estaban abiertos y daban a la calle. Mi amiga y yo enmudecíamos y nos preguntábamos hasta cuándo se podría tirar de esta burra, llena de “griegos” que se las sabían todas.
En el fondo, nunca fuimos capaces de “culparles” porque, en honor a la verdad, todo el mundo en sus circunstancias haría lo mismo si en el mundo existiesen más Españas, que no existen.
Ahora, la burra está en el centro de nuestras ciudades que tienen las puertas abiertas a los “griegos” y a la Troika. Borrachos de prensa escandalosa y demagogia socialista se nos saquea sin piedad alguna desde fuera y desde dentro. España, tierra inspiradora de la más completa y hermosa asistencia social, está arrinconada y asechada con las vilezas de los ingratos asentados en nuestro pueblo y los despropósitos de los demagogos nacionales, sin escrúpulos y bien sinvergüenzas todos ellos.
Esta nueva Odisea exige que se incorporen paradigmas de ética profunda que responsabilice e incrimine a tanto desalmado e incluya la ira a los medios contaminados y la burda manipulación de los políticos.»
«El pasado viernes han operado a mi padre de una fractura de Fémur a sus 85 años, esta bien recuperando poco a poco. No escribo estas lineas para generar ningún interés sobre el estado de mi padre que como digo esta bien.
Quiero felicitar lo más alto y claro posible a todo el equipo de Traumatología dirigido por el Dr Jaime Barrio, a todo el equipo de reanimación, al servicio de urgencias, a todo el personal sanitario de planta, por la profesionalidad, el cariño, el afecto y el respeto que han puesto con mi padre, realmente extraordinario, una autentica medicina para el alma de enfermos y familiares, digna de elogio y mención.
He de decir, a pesar de los tiempos que corren, que la Fundación Hospital de Jove es poseedora de un capital humano inigualable que convierte la atención sanitaria en lo más parecido a un hotel de 5 estrellas.
Muchas gracias a todos por vuestra entrega y dedicación.»
Sumo, hermano Cesar Telenti, mi gratitud a la Sanidad Pública Española.