
¿Por qué nos han abandonado? Muchos se quejan de que la sociedad ha perdido el norte, que la humanidad no sabe donde va. Pero… ¿A qué este ejercicio de hipocresía?, ¿Esta venta de motos de colores?. Siempre hubo en la historia gobernantes, más o menos afortunados sí, pero que tenían unos principios, buenos o malos, claros. O sea sabían lo que querían y adonde llevaban a la población. Hoy en día parece que nadie, o al menos muy pocos gobernantes tienen las ideas claras acerca de dónde quiere dirigir sus pasos. Por desgracia el cambio de Siglo no ha venido aparejado de una guía o manual de instrucciones para la ruta.
«Nos han abandonado y ha sido claramente culpa de la despreocupación de los gobernantes en la educación. No sé si de manera interesada, que lo parece, o por dejación de funciones«
Los personajes que deberían regir los destinos de la gente no se encuentran como antaño entre las élites cultivadas e inteligentes, adultas y reposadas en años de experiencia. Es lógico que dado el valor que se ha otorgado a la juventud, como máximo valor en la escala social, no se puedan mantener los niveles de conocimiento y sensatez, dentro de unos márgenes tales que sirvan para sostener el pensamiento en su lugar y ni siquiera influir en el devenir social. Esta valoración, por encima de lo aceptable, de la juventud trae consigo una caída global en todos los campos de la lógica, el sentido común y la ausencia de temor ante riesgos que ellos no ven. Sí se dice jóvenes suficientemente preparados sí, quizás tengan los conocimientos necesarios, pero no todo consiste en esto. También consiste en tener el juicio y la experiencia que dan los años y la experiencia.
Tenemos muchos problemas. El primero el paro, que debiera haberse combatido ya hace tiempo creando los mecanismos necesarios para tener una red de sostenimiento digno para las personas que no pueden o no desean trabajar. De esto se hablaba ya en los años sesenta y setenta como la sociedad del ocio. Pero claro las cosas no se enfrentan hasta que no están encima. Por otro lado la caída de la natalidad ha provocado que se tenga que acudir a la inmigración para sostener ciertos niveles de producción en sectores que no han sido robotizados, pero con el error de que se admite toda ella, por un falso prejuicio acerca de lo que es ético y lo que no, y depende de dónde provenga será más propensa a trabajar, a integrarse y a aceptar las reglas de las sociedades libres y democráticas según sus postulados culturales.
Por otra parte la tecnificación de trabajos rutinarios ha echado del mercado de trabajo a todas las personas que no tengan un nivel bastante bueno en conocimiento. Muchas veces en conocimiento abstracto, tal como requiere la ingeniería informática y otras técnicas. Esto ha sido claramente culpa de la despreocupación de los gobernantes en la educación. No sé si de manera interesada, que lo parece o por dejación de funciones. Ésta ha sido el caballo de batalla no para hacer personas buenas y competentes, si no más bien para crear sumisos y obedientes ciudadanos al servicio de postulados políticos a gusto del dirigente de turno.
Eso no es educación en todo caso se llamaría adoctrinamiento y muchas veces puede recordar a la FEN o Formación del Espíritu Nacional que se impartía en época de Franco. En todo caso parece que hemos sido abandonados por las personas que de manera suficientemente preparadas tendrían que tener las riendas del gobierno de los países. Ya sé que la vida de los individuos, debe de ser gestionada por los propios individuos, pero esto solo se produce si éstos están capacitados para tomar las decisiones oportunas, lo que implica una formación e inteligencia determinadas para llegar a distintos niveles. Lamentablemente como decía se ha dejado toda esta responsabilidad de la educación a gentes que no están preparadas para hacerlo, o que no quieren hacerse responsables de sus obligaciones, o a empresas que tampoco quieren ser responsables de dar continuidad al trabajo de sus empleados, que son la base de sus vidas dado que este escasea. Por esto la mayor parte prefiere descentralizar servicios y contratos, negando una formación en experiencia a los asalariados y haciendo de esto un paraíso de la inestabilidad. A la larga estos supuestos generan tensiones que o se resuelven de manera lógica, tranquila y organizada o la sociedad se irá enfrentando cada vez más a actos de locura y violencia.