Mercedes Ibáñez Huete 
Después de este día de resaca política… con el corazón en vilo y el alma expectante y preocupada… Merece la pena tomarse un respiro… Leer a John Keats… Sus palabras al amor, la ambición, la aflicción o los propósitos de la vida consiguen blindarme de la insolencia de los políticos corruptos, secesionistas y demás basura… En fin… Me retiro a mis aposentos del castillo y tras cerrar el libro, a ver una peli…
¡Buen descanso para todos!.
¡Ten compasión, piedad, amor! ¡Amor, piedad!
Piadoso amor que no nos hace sufrir sin fin,
amor de un solo pensamiento, que no divagas,
que eres puro, sin máscaras, sin una mancha.
Permíteme tenerte entero… ¡Sé todo, todo mío!
Esa forma, esa gracia, ese pequeño placer
del amor que es tu beso… esas manos, esos ojos divinos
ese tibio pecho, blanco, luciente, placentero,
incluso tú misma, tu alma por piedad dámelo todo,
no retengas un átomo de un átomo o me muero,
o si sigo viviendo, sólo tu esclavo despreciable,
¡olvida, en la niebla de la aflicción inútil,
los propósitos de la vida, el gusto de mi mente
perdiéndose en la insensibilidad, y mi ambición ciega!
