
«A los periodistas, la libertad de expresión les parece incluir la de preparar la puesta en escena de la información según sus preferencias y según la orientación que desean imprimir a la opinión pública»
En la busca de nuevo oficio que empeño mis días descubro que el del periodismo me llama sin cesar. Y me despista. El ejercicio de la profesión me ha dejado secuelas. No se empezar los días sin leer unos cuántos periódicos y tampoco los acabo bien si no he «aporreado» suficientemente mi sufrido teclado. De igual manera reconozco que las polémicas sobre la ética periodística me siguen apasionando.
Encuentro en la calle Atocha a dos viejos amigos y colegas, también ereados por TVE, que apasionadamente parlamentan y dialogan en torno a una cita de Jean Francois Revel, que quiero conservar para mi documentación personal en Lapaseata: «A los periodistas, la libertad de expresión les parece incluir la de preparar la puesta en escena de la información según sus preferencias y según la orientación que desean imprimir a la opinión pública. Como si los criterios ideológicos pudieran servir de criterios profesionales, como si una redacción pudiera convertirse en una especie de parlamento Esta perversión de la noción de objetividad, calcada del modelo del pluralismo de opiniones, presupone que la verdadera información puede nacer de la olla podrida de las ideas preconcebidas». Y, como anillo al dedo rescato una información del del diario Publico por si les puede interesar para sus reflexiones:
El gurú del ‘topalantismo’ que inspira a Rubalcaba
Un joven empresario extremeño dio pie a una de las frases estrella del candidato socialista
La frase, les digo, es buena, muy buena: «En un negocio no se gana o se pierde. Se gana o se aprende» , pero me permito recordarles a los dos que en la semblanza de su creador, el empresario extremeño Pedro Tomás Delgado, que hace la periodista de Público no se dice nada acerca de que el joven, y audaz protagonista, es miembro de las Juventudes Socialistas y llegó a ser elegido secretario de Organización e Imaginación de la Federación Provincial de Badajoz. Es decir es un empresario subvencionado por la administración de turno, en este caso socialista. Así al menos se puede leer en esta otra noticia:
Rubalcaba pone como ejemplo a un emprendedor subvencionado por el PSOE
Con el ejemplo creo, y así, humildemente, se lo digo, la cita de Revel adquiere todo su esplendor. La periodista de la primera información, o no se documentó a fondo como debe hacer cualquier periodista que se precie, o sencillamente decidió, digo yo que por autoética o la ética del medio, obviar una parte del curriculum de su protagonista, en aras de «!intereses superiores» al oficio del periodismo.
Revel, que aparte de intelectual ejerció de gastrónomo, hacía una comparación odiosa entre periodistas y restauradores, odiosa pero muy fina: Si al propietario de un restaurante le pillan sirviendo en sus mesas comida podrida no puede ni debe defenderse arguyendo que lo hace por «el deber sagrado de su misión alimenticia.»
Lo he visto algunas veces en mis veinte años dedicados al reportaje en Informe Semanal. Cómo en muchas historias, se supone basadas en la realidad, primaban todo tipo de intereses y presiones antes que los propias del oficio del periodismo. Las firmaban algunos de lo que hoy todavía llevan un periódico bien doblado en el sobaquillo.
He leído mil veces tu frase y he llegado a la conclusión que de pequeño quiero ser como tu:
«En la busca de nuevo oficio que empeño mis días descubro que el del periodismo me llama sin cesar. Y me despista. El ejercicio de la profesión me ha dejado secuelas».
Me parece que tu texto cae en el mismo pecado que denuncias. Escatimas, no se si por ignorancia o, lo que es peor, por ideología, la información más importante: si la subvención cumplía todos los requisitos legales y, si apuramos, tuvieron un buen fin. Sé que centenares de empresas y empresarios de todo el país reciben subvenciones públicas. ¿Es que acaso un empresario debe carecer de ideología o militancia política? Aplícate tu frase: “creo que la cita de Revel adquiere todo su esplendor” (en tu propio escrito).
Y para muestra el botón de empiece del artículo que desde el reclamo de facebook llama y te imagina despistado pero mirándolo todo y la excelente foto de Revel para completar el trabajo.
Una profesión no se puede ejercer desde los criterios ideológicos y subvencionados . Una profesión hay que ejercerla con pasión , ética y responsabilidad , por supuesto sin subvenciones para lograr libre competitividad y sana decencia.