De las competencias en la seguridad del estado, la incompetencia y la legitimidad de S.M. el Rey. Por José Crespo

«Se cumple un año de la tragedia sucedida en España, el atentado perpetrado en la región española de Cataluña que un atajo de miserables pretenden seccionar del resto del territorio nacional»

Desde el dolor, la rabia y la indignación por las víctimas y su uso partidista por parte del separatismo y contra la máxima autoridad representativa del estado, S.M. el Rey, escribo estas líneas.

Se cumple un año de la tragedia sucedida en España, el atentado perpetrado en la región española de Cataluña que un atajo de miserables pretenden seccionar del resto del territorio nacional a costa de lo que sea.

Todos recordamos el mensaje del Rey tras el que nos sentimos los españoles hablando alto y claro sobre la Generalidad afirmando que se había «situado al margen del derecho y de la democracia». Lo dijo alto y claro cuando afirmó que esa pandilla de miserables perversos pretendían (y siguen en ello) «quebrantar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir su vida en común», y que con sus decisiones no habían hecho sino «vulnerar de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado».

Y dejó claro que habían «socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando desgraciadamente a dividirla», asegurando que «Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada ilegalmente la independencia de Cataluña».

«Pues bien… siguen erre que erre, el delincuente Chis-Torra quiere que el S.M. el Rey pida perdón, no sé de qué»

Pues bien… siguen erre que erre, el delincuente Chis-Torra quiere que el S.M. el Rey pida perdón, no sé de qué, mientras el delincuente jefe, Fregonet I alias «kokomocho», sigue en sus tournés a lo Marco Polo, a nuestra costa.

Hace unos días ZP III, el «defenestradoyluegokupa», afirmaba que el Rey estará en el aniversario para recordar a las víctimas. Veremos qué hace hoy para impedir cualquier ataque al Rey de España. Espero que sea capaz de subir el tono de su discurso, me refiero a los decibelios pues desde que se apoltronó le oigo cada vez más bajito. No sé si será interesante la opinión de algún psiquiatra sobre este tema de la flojera acústica que le ha dominado desde que ha dejado su puesto de oposición para gobernar desde su apuntalada posición gracias a los traidores a España.

Ante aquel mensaje rotundo de S.M. el Rey sobre la necesidad de reponer el orden constitucional no hubo respuesta, ni de ZP II, el «registrador» el de «lossieteañosalabasura», ni ahora por supuesto de ZP III. Ambos, al igual que los anteriores están cogidos por los dídimos de una pandilla de enanos intelectuales cuyo único objetivo es romper España a costa de lo que sea gracias al más perverso de los sistemas electorales conocidos en el que aparte del trapicheo de porcentajes de representación se pueden presentar incluso partidos que entre sus objetivos tengan fines contrarios a la unidad de España y a la actual Constitución. Recordemos, no está de más, que España es un hecho anterior, muy anterior, a esta y otras constituciones y que no nos van a romper Torras, Urkullus, bildus ni bildutarras, cuperos ni chaperos, a pesar de cobardes, dantes y tomantes, ni reescritores, «borderlines» intelectuales, ni adoctrinadores ignorantes.

En fin, vayamos al tema de hoy, y quiero poner el punto en lo crucial que es la competencia y la incompetencia.
La defensa ante cualquier ataque contra el estado, contra España, su unidad y sus intereses nos debe abrir los ojos a concluir que solo debe y puede ser competencia del propio estado. Todos conocemos casos de policías autónomas pisándole la manguera a la Guardia Civil o al Cuerpo Nacional de Policía mientras los políticos se sonríen, pasan, y dejan que el tiempo arregle, o pudra mejor dicho, los asuntos.

Solo la Policía y la Guardia Civil pueden y deben defender la seguridad del estado y ninguna policía regional debe tener competencia alguna y menos actuar o participar en foros internacionales policiales de ningún tipo.

Leía al otrora admirado juez Marlasca afirmar y lanzar odas a la ejemplaridad de Barcelona en los días posteriores al atentado, cuando yo lo único que recuerdo es la pandilla de voceros y pancarteros que le colocaron alrededor, muchos con sueldo a costa del estado en organizaciones falsamente culturales y activamente separatistas.

Ni ZP II, aunque estuvo el año pasado el 18 de agosto en el minuto de silencio en Barcelona junto al delincuente huido, supo estar a la altura y defender al rey, e impedir que el homenaje a las trece víctimas y el más de un centenar de heridos se convirtiera en una apología del terrorismo, empezando por la intervención del miserable Forn separando las victimas entre españoles y catalanes. Luego se descolgó con aquello de que «las afrentas de algunos no las hemos escuchado»… 

«Todo les vale a los miserables para hacerse notar y presentarse como un estadito autosuficiente con policía propia de actuación magistral, que en absoluto colaboró con la Policía ni la Guardia Civil»

Todo les vale a los miserables para hacerse notar y presentarse como un estadito autosuficiente con policía propia de actuación magistral, que en absoluto colaboró con la Policía ni la Guardia Civil, acuérdense de lo de Alcanar y las palabras de Trapero para con la juez… «¡Déjenos a nosotros que sabemos de esto!», policía autonómica que debió desaparecer y quedar suspendida desde el minuto uno por el ahora aplaudido, por sus palmeros, registrador de la propiedad quien afirmó al marcharse y dejarnos el diluvio, Après moi, le déluge que diría la Pompaduor, con toda su cara dura que nos dejó una España mejor de la que encontró… ¡de pisquiátrico!… y de cárcel por supuesto.

Una víctima del atentado de ETA en el Hipercor de Barcelona, Roberto Manrique, y quien fuera presidente de la Associació Catalana de Víctimes d’Organitzacions Terroristes, dejó clara su opinión sobre toda la polémica de los homenajes, o ausencia de ellos. Manrique se preguntó: «¿Cuántos actos se han hecho, coincidiendo al menos con los años mediáticamente informativos, por las víctimas de Hipercor, del Cuartel de Zaragoza o del Cuartel de Vic en España?». Y ademas nos recordó que «el pasado 8 de julio se cumplieron 30 años de la muerte de Rosa Baldellou Mestre, víctima gravemente herida en Hipercor. No hubieron entonces ni manifestaciones en toda España ni llamadas de consuelo. No hubo nada».

«La policía no disuelta de los mozos llega al paroxismo del cinismo al afirmar que no hubo colaboración del estado»

La policía no disuelta de los mozos llega al paroxismo del cinismo al afirmar que no hubo colaboración del estado, e incluso se llegan a urdir teorías conspirativas que atacan al CNI y a España del atentado «contra Cataluña» acusando al rey de traficante de armas.

Tengo muy claro que la Bandera Nacional, no defendida ni en su aplicación legal, desde hace años por Felipe González, Aznar, y la saga de los ZP,s., así como el Rey son más que un objeto y una persona, son dos elementos que representan a toda España, al estado, sus instituciones y a sus ciudadanos, únicos poseedores de la Soberanía Nacional que desean sortear los separatistas con cuyo apoyo gobierna ZP III.

Ojo, hay mucha hartura ya de tanta cobardía y de tanto miserable que vive a costa del sueldo de todos los españoles, y a los que todo les sale gratis total, y que alegremente nos endeudan en sus paranoias y acciones para la galería. Por desgracia a pesar de la legalidad, la realidad es que el flagrante incumplimiento de la legalidad, que queda sólo para el común de los mortales, deja a este gobierno como al anterior teñido de ilegitimidad por la dejación e incumplimiento de sus funciones.