José Crespo 
«Tras un frío apretón de manos, Oriol Junqueras le dijo al presidente «tenemos que hablar» a lo que le respondió «no te preocupes»
Tenemos que hablar: Cum fraude dixiti. No te preocupes: Cum fraude qui respondit. Tras un frío apretón de manos, Oriol Junqueras le dijo al presidente «tenemos que hablar» a lo que le respondió «no te preocupes», y quizá esa escueta contestación sea el origen del nuevo choque de criterios entre la Fiscalía y la Abogacía del Estado dado que este último, lejos de defender al estado y por lo tanto al pueblo español, ha respaldado en un escrito que se permita a Oriol Junqueras salir de la prisión de Soto del Real para recoger en el Congreso de los Diputados su acta de eurodiputado lo cual le dotaría de forma casi automática de una inmunidad parlamentaria casi imposible de sortear que tiraría por la borda todo el proceso.
Recientemente leía anonadado la información ofrecida por los solventes José García Domínguez y Arcadi Espada, así como en la web de Somatemps, sobre la tesis doctoral de Junqueras y se me descolgaba la mandíbula superando lo imaginable mi apertura bucal dada la sorpresa.
«Este racista decía tener un ADN más parecido al de los franceses que al de los españoles»
Este racista que decía tener un ADN más parecido al de los franceses que al de los españoles, no sabía yo de esa diferencia, cuando realmente lo que deja claro a la simple inspección de la figura es su rebelión contra la estética, la simetría, la belleza, las matemáticas, y en definitiva contra la armonía cuyo canon dictaba que el cuerpo debía de medir entre siete y ocho cabezas. La verdad es que cuando contemplo el ejemplar presumo que en ese cuerpo le caben 20 cabezas por lo menos, lo cual no se ajusta a cánones griegos ni renacentistas y totalmente alejado de los egipcios.
«Veo a Junqueras en sus imágenes recientes y desde luego se nota que en la cárcel se ha sobrealimentado descaradamente»
Veo a Junqueras en sus imágenes recientes y desde luego se nota que en la cárcel se ha sobrealimentado descaradamente y que se encuentra en el polo opuesto de las proporciones armónicas del Hombre de Vitruvio.
Este saco de ADN, «eminente historiador» para sus seguidores, enemistado con cualquier canon estético conocido resulta que defendió una tesis doctoral, ya denunciada como fiasco en 2005, formada por un tosco refrito de plagios y autoplagios que mereció la calificación nada más y nada menos que de «premio extraordinario de doctorado» dictado por un tribunal integrado por una comandita de coleguillas de la Esquerra… a esto se ha llegado con el reparto de la Educación en las autonomías.
Tal como recoge en su artículo el señor García Domínguez la tesis que versa sobre la economía catalana durante los siglos XVI y XVII es fruto de un atracón de los cinco tomos de Historia política y económica de Cataluña en los siglo XVI y XVII, de Jaume Carrera Pujal publicada en 1946. Juan Catalán escribió en su blog un párrafo esclarecedor sobre el rigor metodológico de Junqueras:
«Lástima que su magna tesis: Economia i pensament econòmic a la Catalunya de l’alta edat moderna (1520-1630), adolezca de los mismos pecados de su maestro Simon Tarrés (laureado en 2003 con el premio “Prat de la Riba” del Institut d’Estudis Catalans, por un libro que, digamos, intertextualizó con tesis y trabajos de sus alumnos más aventajados)».
«Este es el curriculum de alguien que se dedicaba a elaborar guiones para concursos en la televisión separatista. ¡entre cum fraudes anda el juego!»
Resulta cuanto menos curioso que el listado de sus fuentes bibliográficas termina en 1949 año en el que Carrera Pujal falleció. José García Domínguez nos aclara de forma aplastante que la tesis formada por 420 páginas tiene un 76%, es decir ¡319 caras!, que se corresponden con fotocopias de publicaciones ya editadas y evaluadas con anterioridad.
Este es el curriculum de alguien que antes de su éxito universitario se dedicaba a elaborar guiones para concursos y programas de entretenimiento en la televisión separatista catalana.
En fin, ¡entre cum fraudes anda el juego!
