Galapagar y no dar, dar posada al inmigrante que nos viene a rematar. Por Rodolfo Arévalo

El príncipe de Galapagar quiere ser Ministro Superstar . Por Linda Galmor
El príncipe de Galapagar quiere ser Ministro Superstar . Por Linda Galmor

«Los Ayuntamientos pendientes de pactos, han tardado la “tira” en constituirse, arrieritos somos y en el camino nos volveremos a encontrar»

Que el falsamente llamado “pueblo” esté plagado de imbéciles, desinformados, incultos y analfabetos, de gentes con orejeras de varios tipos, no debería ser óbice (palabra que me gusta mucho “óbice”), para tener casi paralizado el País, por varios meses. Los Ayuntamientos pendientes de pactos, han tardado la “tira” en constituirse y bien nada nuevo, siempre es así, arrieritos somos y en el camino nos volveremos a encontrar.

Las Comunidades Autónomas también están de fuegos artificiales y estos ya cuestan un “pastón” y por supuesto y para que rime, el Parlamento de la nación. ¿Qué es peor que Guatemala, peor que peor? Pues Guatepeor. Que sí, que está muy bien tener variedad y en la variedad está el gusto, pero esto genera un gran disgusto, cuando de ello depende la manera que los individuos, que no el “pueblo”, podrán vivir en sus lugares de existencia arrastrada durante cuatro años más.

Y digo individuos, porque los individuos, seguidos de las personas de su núcleo familiar son lo verdaderamente importante en todo esto de los “festejos” de la democracias. Aunque a veces “No De Mos Gracias a Dios”. Yo porque no creo y otros vayan a saber por qué. Algunos prefieran dárselas al diablo separador, traidor y verdugo de la sociedad Satamunista. Si las elecciones se produjeran cada seis meses no tendría ninguna importancia, pero no, ya veis lo que trajo a Madrid el alegre pueblo, el que anuncia paseos en bicicleta, de cuatro gatos, por las avenidas grandes jodiendo el tráfico del fin de semana, el de los grandes paseos arbolados, jodienda de los impedidos y artrósicos. Gran parte de los madrileños lo son, mayores digo, tercera edad, por ser políticamente correcto y no los viejos decrépitos que algunos empezamos despacito a ser o somos durante los cuatro últimos años.

Pues si esos individuos que se cagan en los ediles graciosillos que les hacen ir a pie por el centro, con sus dolores, bajar por una calle y subir por la contraria en Navidad, porque a alguien le sale de los cojones, con ellos debiera andar el imbécil de la ocurrencia y con esos que creen que toda la ciudad esta habitaba por jóvenes de cuerpos “Danone”, como esos cargos imaginan los suyos propios, cuando para incentivar recorren unos metros en bicicleta un domingo cualquiera por la mañana, dando un cante que ya quisieran los canarios, no los Canarios de Tedy Bautista, si no los de las jaulas de los “jubilatas”. ¡Que esto no es Holanda, donde llanear es un placer que te suele suceder, aquí mejor las cuestas subir en el auto de papá.

«Desincentivación de la economía, caos en la circulación, prohibiciones absurdas y de opereta, bajada de ingresos en espectáculos, restaurantes, tiendas del centro etc, etc, etc»

Desincentivación de la economía, caos en la circulación, prohibiciones absurdas y de opereta, bajada de ingresos en propietarios de garajes públicos, espectáculos, restaurantes, tiendas del centro etc, etc, etc. Y eso que no se llegó a entrar a trapo en contra de los turistas. Afortunadamente no le dio tiempo a la insigne alcaldesa; a la que por supuesto le otorgarán la medalla de la ciudad que ella negó a Ana Botella; a cargarse esa fuente de ingresos, ¿para qué?, ya tenemos los impuestos para estrujar al pueblo autóctono, más las multas y demás lindezas. Nadie me había hablado de lo odiosa que puede ser la gente ¿buena? o mejor, políticamente correcta y abyectamente opresora, que obra al dictado de las ideologías de la mala leche.

Y como decía, el mal llamado pueblo, que no es una recua de mulas, si no más bien muchos individuos, valga la “refanfunfia” individuales como debe ser, votan pero con muy poco criterio muchos de ellos, a pesar de la sobre estima que se tiene a la democracia… claro, la griega, en la que votaban personas cualificadas, no como ahora en las que cualquier analfabeto puede votar. Es muy bonito, muy igualitario, muy ecológico festivo, muy “enrrollao”, muy de coleguita de barrio “tronco” y así. ¿Pero saben esos “tronquetes» del barrio algo más que de fútbol o de lo bueno que está ese o aquel famoso en caso de las mujeres?

«No hace falta que vivan en un barrio pobre, rico o medio pensionista, o en Galapagar, ved a Macron arbitro de Europa hablar de España como si supiera»

No sé, lo más probable es que no. Dadle votos a los imbéciles, que no quiere decir más que a los que no saben y destruirán la civilización europea y occidental. Lo estamos viendo y no hace falta que vivan en un barrio pobre, rico o medio pensionista, ved a Macron arbitro de Europa hablar de España como si supiera, que no sabe, y aunque algunos piensen que es por esto, yo me inclino en que no, que no es tan simple, es porque tiene una mala leche pro intereses foráneos, de tomo y lomo.

Y volviendo a elecciones aunque la probabilidad de tontos por metro cuadrado solo alcanzara a un cuarenta por ciento de esos, cacareados como ciudadanos, que denominan “pueblo” y que deberían llamar desinformados, sería totalmente desestabilizador del cómputo general de los que depositan su voto, sabiendo de qué se trata, para qué se vota y quién dice qué y de qué manera lo va a aplicar. Claro que de esto último no se enteran ni los que votan con criterio, porque les engañan vilmente con ruindad y maquiavelismo, pero sí, nos engañan.

«Hay que tener en cuenta que los pactos no se fijan por afinidad política y amistad»

Llegar a un conocimiento general de lo que aguarda después de una elecciones, con la amplia posibilidad de pactos, por los votos estúpidamente repartidos por doquier, es imposible hasta para el más inteligente de los mortales, el gurú Negroponte incluido. Hay que tener en cuenta que los pactos no se fijan por afinidad política y amistad, sino con el alevoso interés de sacar provecho, no para “el Pueblo”, sino para sus chalets en diversos lugares, entre ellos Galapagar.

Galapagar y no dar, dar sin reír, dar sin hablar, dar posada al inmigrante que nos viene a rematar. Dar a luz a los retoños en un buen lugar y el que venga atrás que arree que para eso es arrierito como dijeron nuestros abuelos. Pero por esos lugares, galapageños ni hablar, no veréis ni una Jaima.

Rodolfo Arévalo

Nací en Marsella ( Francia ) en 1954. Viví en diversos países debido a los destinos que tuvo mi padre ( diplomático ). Estudié en colegios franceses hasta la edad de 12 años. Estudié bachillerato y COU en el colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid. Estudié música en el Real conservatorio de música de Madrid, formé parte y pertenecí a varios grupos musicales entre ellos “ Los Lobos “. Creé varios grupos musicales de Pop Rock. Toco el bajo y compongo canciones, música y letra. Estudié Fotografía general y publicitaria, diplomatura (dos años) de cinematografía e Imagen y sonido equivalente a Técnico Superior de Imagen y Sonido. Soy socio Numerario de la SGAE desde el 1978. Pertenezco a la Academia de Televisión. Soy un gran lector de libros de ensayo, divulgación y de vez en cuando novela. En el año 1985 Ingresé por concurso oposición a TVE. Fui ayudante de realización y realizador. En el año 2009 me pre jubilaron muy a mi pesar. En la actualidad estudio programas de tratamiento de imagen. He escrito varios guiones de cortometraje y realizado el que se llamó “ Incomunicado “, tengo otros en proyecto. Soy muy crítico conmigo mismo y con lo que me rodea. Soy autor de las novelas “El Bosque de Euxido” y "Esclavo Siglo XXI publicadas en Ediciones Atlantis. También me gusta escribir prosa poética. Me he propuesto seguir escribiendo novela.

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