Vicky Bautista Vidal 
«El resentimiento es el manto que cubre la ira: rabia profunda y en muchas ocasiones, verdadero motor de movimientos ideológicos mundiales»
El resentimiento es el manto que cubre la ira: rabia profunda y en muchas ocasiones, verdadero motor de movimientos ideológicos mundiales vestidos de colores diferentes pero que guardan siempre un oscuro fondo, sedimento de la rabia profunda de alguien.
Cultivados o zotes, muchos de los líderes se decantan siempre por la guerra: Destruir al estilo de la cólera y el resentimiento. Nunca llegar lícitamente al poder y allí, intentar “mejorar” a toda la sociedad. Para ello utilizan al populacho, la chusma útil que llevará a cabo la “limpieza” y la que se manchará las manos de sangre en nombre del ideólogo de turno. Un populacho al que es muy fácil convencer de que está indignado, inyectándole, en lugar de deseos de mejorar por su acción una situación, la inclinación infame de aniquilar a cualquier sospechoso de pertenecer al “enemigo”, la mayoría de las veces, entelequia en la mente del líder.
Para muchos de estos ideólogos, el llegar a una posición desde donde poner solución a aquello que consideran erróneo, debido a su incapacidad, y de nuevo su rabia, no contempla más que un método: la represión.
«Los grandes movimientos del pasado fueron motivados por ideólogos resentidos, pero que creían luchar por la mejora del pueblo»
Los grandes movimientos del pasado fueron motivados por ideólogos resentidos, pero que creían luchar por la mejora del pueblo, pese a que lo que les movía en realidad era un rencor intenso contra algo o contra alguien en la sociedad que rechazaban.
Ha llegado el presente, donde cualquier idea antigua ya no tiene razón de ser, porque la experiencia sobre los resultados es la mejor evidencia del error. Son otros tiempos. Las cosas pueden ser de otra manera, aunque queda un elemento invariable: El mismo hombre. Y el hombre del momento contiene los mismos fallos que el hombre del pasado, pero utiliza nuevas herramientas para seguir destruyendo a sus semejantes de una u otra manera.
Ahora se les llama psicópatas y casi ninguno de ellos mantiene una necesidad, aunque sea equivocada, de inquietudes altruistas con respecto al resto.
En el presente se utilizan ideologías caducas como antifaz para llevar al agraviado visceral de turno al poder. Se utilizan los mismos métodos de propaganda y activistas organizados, pero solo en función del ensalzamiento de uno. Y el fin, además de la necesidad de dominio y poder, se centra en procurarse una inmensa fortuna, por que el dinero es la base y la herramienta.
«Ahora, en muchos lugares, son los gobiernos los gánsteres y sus cabecillas, los capos. La droga, es el objeto del deseo de estos y la herramienta de su poder»
Ahora, en muchos lugares, son los gobiernos los gánsteres y sus cabecillas, los capos. La droga, es el objeto del deseo de estos y la herramienta de su poder, pues con la ingente cantidad de millones que recaudan, sus tierras siguen siendo pobres, porque es el líder el que tiene todo el dinero, que utiliza para comprar e infectar otros países con gran facilidad, disfrazando todo de movimientos sociales. Utilizando viejas ideas políticas, aparentemente altruistas, para unir a sus filas infernales a otros países; sobre todo, si son puntos calientes para la distribución de droga.
De hecho, ninguno de ellos ha utilizado los millones que ha recaudado con el vicio del mundo para mejorar su país. La miseria y la represión es la moneda corriente. Solo un colectivo se aprovecha de esa sucia riqueza y forma una muralla de individuos para que nadie pueda derrocar la corrupción.
El vulgo, comprado por poco o engañado, sigue siendo la mejor herramienta: Los idiotas matan más y mejor. Ciegamente obedecen las consignas; queman, atacan y hacen bulto para que parezca que una inmensa multitud es la que lleva a cabo tal movimiento, cuando siempre son los mismos, fomentados por los medios de comunicación vendidos y el dinero de sus impulsores. A algunos gobiernos en Latinoamérica ya se les llama Cárteles, y todo es disfrazado de Política.
«Por dinero se han disfrazado las rebeliones de Cataluña de ansias de independencia»
Por dinero se han disfrazado las rebeliones de Cataluña de ansias de independencia. Ni siquiera se ha ocultado la patata caliente catalana, que los diversos partidos fueron obviando por el chantaje de los mandatarios de la Generalitat, que han soltado la brida de una parte de la población, convenientemente manipulada desde el colegio, y todo ha explotado justo en el momento en el que ya no se podía ocultar más el expolio.
El dinero de Cuba, Venezuela, Irán… Ha sido el verdadero ganador de las elecciones españolas. El riesgo es evidente. Aunque España, es cierto, no es Venezuela ni Cuba; y el español, cuando le pinchan salta mucho y muy fuerte. Pero todo lleva su tiempo y, por desgracia, su sufrimiento. Mientras tanto, los falsos resentidos van a utilizar para mal a los rabiosos de nacimiento. Corren malos tiempos para el bien.
