
«¡Y zasca!, en mis idas y venidas me encuentro con el caso Girauta: El señor ex diputado de “Ciudadanos” que dicen pierde los papeles por un quítame allá ese insulto»
La red es un mundo y ese mundo está dividido en porciones y en cada una se mueven individuos, solos o en compañía de otros que, ofrecen un variado tapiz de colorines al observador curioso. Hoy paseo por ese bosque tan poblado en calidad de Caperucita roja (y gualda), que me da no sé qué situarme en una zona unicolor donde sé positivamente que acechan muchos lobos de la Política “españolense”.
Se me disculpen las palabras desconocidas por la Rae, pero es que las caperuzas hablamos así. Si nos creemos que la abuelita tiene esos ojotes tan grandes, esos dientes tan enormes y esa cara negra y descomunal hasta que el lobo nos traga, ¿Cómo no nos vamos a sacar debajo de la capita roja (y gualda), palabritas, palabrotas, y cositas acordes con nuestra inocencia de cuento infantil?
Y Ahí iba yo, dando saltitos por los caminos de YouTube; evitando, por consejo del hada madrina, todos aquellos vídeos tras los cuales se esconden peligrosos lobos actuales dando muestra al mundo de su discurso político-casposo y dejando para la posteridad, o sea, hasta que se borren por orden del gobierno, cuando seamos ya la sucursal venezolana con la que sueña Maduro, el muñecote del chándal poseído por el espíritu de Chávez. Y, como cualquier caperucita desobediente me llevo mi merecido. Así, sin comerlo ni beberlo, me doy de bruces con una cueva en mitad del bosque: Vídeos de Risto Mejide, ese señor al que tanto le gusta expulsar gente de su programa en la cadena cuatro, desde donde desvelan supuestas mentiras, siempre de otros, y donde lo primero que advierto es el pánico visceral que siente la “pandi” por Vox… ¿Por qué será?…
Me ruborizo un tanto al observar el circo de la Cuatro. La caperuza se me cae del susto: Y es que resulta que, en una cadena española, la Cuatro, acogen amorosamente a la señora Rahola. Ofrenda respetuosa de ramo de flores de color amarillo- independentista en ristre y virtual pasada de mano por la chepa de esa chica catalana que tanto se quiere a sí misma y tanto sufre con la madrastrona España, de la que solo quiere ver el dinero, que, “La pela es la pela” y mientras vaya cobrando, todo le huele a colonia a la doña.
Se deslizan sin pudor algunas bromitas acerca de los encarcelados y tengo que limpiar con la capita la baba partidista, avinagrada, que resbala pantalla abajo del sufrido ordenador. Sepan, que yo considero más insulto al público español que bailen el agua a una independentista casi confesa y que se dediquen a glorificar en mis narices a los personajes encarcelados por delitos de sedición, que, el que un invitado intenso califique a tres o cuatro seleccionados para el caso, de “virtudes” que, a lo mejor, no son falsas. Que no se puede hacer saltar a nadie para el espectáculo con piropos y aquiescencias. ¡Y zasca!, en mis idas y venidas me encuentro con el caso Girauta: El señor ex diputado de “Ciudadanos” que dicen pierde los papeles por un quítame allá ese insulto; y leo por ahí, que llamó Gilipollas al “ínclito Bardem”: ¡Abróchense los cinturones!, porque éste, no menos insultante, había calificado de “estúpido” al alcalde de Madrid: “José Luis Martínez-Almeida”, por querer revertir Madrid Central… ¿Mande?… ¡Ah, bueno! Es que los insultos de los comunistas son tiernos, sonrosados y sin malicia, pero los de gente que no sea “pesoana”, “podemitense”, etc., son desgarradoras ofensas dignas de paredón y checas virtuales. ¡Vale, vale! Lo voy entendiendo.
Observo que tuvo un rifirrafe con Laura Borrás de JxCAT: Uno de los firmantes del manifiesto Koine: alegato para la normalización “lingüística” en la Cataluña independiente. La que consideró un “lapsus linguae” el señalar la existencia de la “raza catalana”el 22 de septiembre de 2019 durante un evento: “69 concurso de Colles Sardanistas” en la plaza de la Catedral de Barcelona.
Y es que, en España, hasta los de “raza catalana” tienen la piel muy fina para lo que reciben y muy dura para lo que dan. Y la pobre señora independentista se sintió ofendida al ver como el decepcionado Girauta le reprochaba lo que casi toda España reprocha al Independentismo Catalán.
Girauta, en “Todo es mentira”, llamo gilipollas, no al público, sino a los cuatro descalificadores a la carta colocados para la ocasión, acordes con la filosofía del programa, que le pusieron a tiro para calentarle los cascos, que eso siempre vende. ¿Qué va a hacer entonces una caperucita ecuánime?: Pues buscar el momento clave en el que el Señor Girauta, convenientemente sacado de sus casillas, emitió el calificativo que procuró después que Risto Mejide, lo arrojara del salón del trono como a él le gusta arrojar a la gente:
Sin originalidad sin sentido y sin substancia, lo cual, es muy típico de Mediaset en todas sus cadenas.
El colmo de lo inmoral es que, en otro momento, en el mismo programa, se expansionaron con las descalificaciones, blasfemias y denuestos del sujeto Willy Toledo, repitiendo detalladamente cada una de las detestables palabras del personaje que debería ser ignorado.
Pero esas ofensas a una mayoría de público no son nada. ¡No importan! Venden menos. Mejide se luce más dando pasaporte en vivo y en directo a comentaristas y periodistas que, ¡Oh! casualmente, no son específicamente de izquierdas. ¡Varios pájaros de un tiro! Lucimiento del cabeza de programa y acercamiento de algún visitante casual más: Algunos caperucitos que, como yo, se pasan por el lugar por el que seguramente no habrían pasado de otra forma.
Veo en otro de sus vídeos que no han olvidado al periodista: Arcadi Espada, al cual ya forzaron también a excluirse, y que sacan de vez en cuando; porque estas cosas, ¡de nuevo!, ¡Venden! Repetir situaciones es un método. ¿Va fallando la audiencia? Visto el culebrón a mí me parece que sí. Pónganse a la cola los siguientes. Que SS Risto se nos ha aficionado a las expulsiones mediáticas y ésta, no será la última.