
«En esta socialdemocracia que padecemos ellos son siempre los buenos y el resto unos fachas abominables y cavernícolas»
La socialdemocracia es en la actualidad un batiburrillo de inmensas proporciones, pues en él se incorporan sin pudor cualquier grupo político del signo que sea. Un claro ejemplo, Unidas Podemos.
Es un consenso de la ideología del buenismo. Para los que no se adhieren a ellos, cualquier verdad les inoportuna. Para la izquierda más crispada, estos comunistas de nuestros días, todos los que no piensan como ellos son fachas redomados. Solo ellos pueden disfrutar de total impunidad y así, actuar como les convenga. Todos los que aspiran a una auténtica libertad individual, soberanía, leyes a cumplir por todos y defensores de la propiedad privada, son enemigos a perseguir. Y lo hacen sin recato alguno.
Es lo que suele pasar cuando la ley y el orden son papel mojado. Eso les pone por encima de su cumplimiento. Ellos son siempre los buenos y el resto unos fachas abominables y cavernícolas. Es el fruto de la pésima pedagogía de la derecha.
Pero todo tiene remedio. Lo único viable es denunciar su perverso populismo llamándoles también fachas, que es lo que son en realidad, y, sobre todo, no tener complejo o miedo a ser llamado así. Es una palabra desgastada y manida, un mantra sin sustancia real, convertida así por el uso indiscriminado de los populismos.
Completamente de acuerdo. Estupendo artículo.
Clara muy clara, como todas tus reflexiones querido Nacho.Un abrazo.