Nos volveremos a pegar: La hez del frente popular que nos gobierna sale a la calle para violentar. Por Manuel Artero

«¿Y ahora qué pasará? Y Areta le responde: Una de dos, o nos volveremos a pegar o todos juntos salimos adelante»
En uno de los diálogos, en realidad ninguno de ellos tiene desperdicio, de la película El crack Cero de José Luis Garci, al protagonista Germán Areta le despierta una llamada a las cuatro de la madrugada del 20 de noviembre de 1975. La noticia, como es natural, le desvela: Franco ha muerto. Su amor también pierde el sueño, se incorpora en la cama y le pregunta: ¿Y ahora qué pasará? Y Areta le responde: Una de dos, o nos volveremos a pegar o todos juntos salimos adelante.
Y así estamos hoy, otra vez, o nos volvemos a pegar o juntos, salimos adelante, pero con la diferencia que en aquel mundo en blanco y negro del franquismo, que con tanto magisterio retrata la película, la voluntad política del poder se centro en la transición y la superación de la guerra. Hoy, al contrario, gobierna el frente popular que devora todas las instituciones del Estado con un vicepresidente que, los españoles sabemos bien, es el que ha dado la orden a sus perros podemitas, ese detritus social que genera el Estado del Bienestar, la hez de la sociedad que nos gobierna, de salir a la calle y alentar el enfrentamiento social.
La fotografía de portada pertenece a la cacerolada de Alcorcón que el 18 de mayo estuvo amenazada por un grupo de unas trescientas personas que, sin guardar la distancia social, sin mascarillas y con violencia, irrumpieron en la plaza de Lisboa de Madrid al grito de «No queremos fascistas en Alcorcón». El mensaje está claro y humildemente creo que debemos empezar a a asumir que por la nefasta política del gobierno de colación social comunista, nos volveremos a pegar.
Porque esto representa tan solo el principio. Una anécdota la de ese barrio obrero que es Alcorcón donde se vivió el primer tenso cara a cara entre estas dos Españas que, de nuevo, nos romperán el corazón, y en las que, se han empeñado los comunistas y que, para mayor pecado contra la democracia, los medios de propaganda gubernamental titularon para sus millonarias emisiones como un enfrentamiento entre jóvenes anti fascistas que se enfrentan a la cacerolada contra Sánchez e Iglesias.
Y es que la manipulación mediática tiene eso, ya lo saben bien, que una mentira repetida al infinito se convierte en verdad. Porque debemos ya asumir en serio que los fascistas son ellos y no tiene ninguna voluntad de salir adelante todos juntos como hicieron nuestros padres y abuelos. En definitiva, la única manera de sobrevivir en estos terribles días de pandemia sanitaria y política es aceptar la realidad sin engaños ni ilusiones vanas.