
¡BUENOS DÍAS!
Iniciamos la jornada con una obra titulada «Trompe l’oeil with Studio Wall and Vanitas Still Life», obra de Cornelius Norbertus Gijsbrechts, de quien se tienen muy pocos detalles biográficos. Sabemos que nació en Amberes en 1630 y falleció en la misma ciudad a la edad de 45 años. Pintor, pues, flamenco neerlandés, activo en la segunda mitad del siglo XVII y especializado en bodegones y trampantojos.

La pintura que traemos hoy aquí muestra una pared de madera con un lienzo montado sobre un bastidor temporal que descansa sobre una balda en la que también se apoya la parafernalia del pintor.
El lienzo muestra una naturaleza muerta con símbolos de la muerte y la resurrección, uno de los llamados «vanitas still life».
Probablemente fue esta pintura la que le aseguró a Gijsbrechts la posición como pintor de la corte de los reyes daneses, primero Frederic III. (1609-1675) y más tarde Cristiano V. (1646-1699). Gijsbrechts cultivó con frecuencia el «Trompe l’oeil», o trampantojo (engaño del ojo). Durante su estancia de cuatro años en Copenhague Gijsbrechts creó una extraordinaria serie de pinturas que tenían como objetivo convencer a los espectadores de que se enfrentaban a los objetos reales, tridimensionales en lugar de pinturas planas.
El género se llama «Trompe l’oeil» -en castellano, trampantojo- (engaño del ojo) y es típica del estilo barroco, con su predilección por el ilusionismo ingenioso, la metáfora y la alegoría. El género fue también muy popular en el resto de Europa, donde los príncipes y monarcas utilizan tales pinturas para divertir a los diplomáticos e invitados distinguidos con sus hábiles engaños.