
“Se entiende, pero de perlas, que en España, ahora mismo, proliferen borregos y borregas y queden ya tan pocos asnos”
Si a mí me sobrara el tiempo
(soy hombre ocupado),
me encantaría seguir con esmero
a los cientos de tertulianos
que aparecen, de continuo,
en el mundo televisivo:
¡Cuánta sabiduría! ¡Qué lumbreras!
¡Y qué docto iluminismo!
¡No hay tema ni hay ciencia
que no dominen en sumo grado!
¡Quién su inteligencia tuviera!
¡Y cuánto su sapiencia envidio!
Se entiende, pero de perlas,
que en España, ahora mismo,
proliferen borregos y borregas
y queden ya tan pocos asnos.
Suerte que ya pronto me jubilo;
que nada en la vida ansío tanto
como pasarme día y noche escuchándolos!