
Carga de Profundidad: COVID y Yolanda
Ayer Yolanda Díaz sorprendió con una declaración sobre el COVID sin venir a cuento, pues estaba hablando del paro, para pegar en la línea de flotación del su gobierno, respecto a la cadena de mentiras oficiales de «Viva el 8-M» y del «CoronavirusOÉ«. Advertía que el 15 de febrero de 2020 sabía lo que se venía encima y que advirtió al tándem de los Picapiedra, Pedro «cum-fraude» y Pablo-lenín.
Tanto Dolores Delgado como el fiscal Navajas, que Dios confunda a ambos, impidieron el derecho a reclamar al gobierno por su falta de diligencia, por auténtica negligencia, tras los casi 140.000 víctimas mortales causadas por la inacción de las autoridades estatales frente a la pandemia, además de los negocietes para amiguetes que surgieron como hongos.
Los casos de reclamación al gobierno deberán ser reabiertos y llegar hasta el fondo hasta sentar en el banquillo a los responsables que animaron a manifestarse el 8-M «porque les va la vida«, «nos quieren robar la calle» y al que de forma arrogante y como un auténtico psicópata se regodeó, sin perder la sonrisa, gritando en el Congreso ¡Viva el 8-M! antes de irse de vacaciones de verano.
Por eso creo que es interesante traer a colación esta serie de tres artículos dedicados al tema y un epílogo con la reseña del sencillo libro recopilatorio de algo que era del conocimiento del gobierno de la mentira. El primero «La mentira como sistema de supervivencia: Crónica de una pandemia anunciada» fue publicado el 6 de junio de 2020.
«Me pregunto si será un bulo que el 30 de enero de 2020 la OMS emitió una alerta sanitaria internacional declarando la emergencia global por el coronavirus»
Tras la infamia del grito criminal de ¡Viva el 8-M! proferido por el psicópata narcisista, falso doctor y mentiroso compulsivo se hace necesario recordar lo que desde La Paseata recordamos y denunciamos a modo de cronograma los días 8, 9 y 10 de abril pasados. Esta fue la primera entrega:
Tengo fresca en la memoria la imagen del acompañante aeroportuario de Delcy la Fea, del pasado 25 de marzo, cuando se reía de forma insolente y con absoluta falta de decoro y compostura en el Congreso, el día en que se debatía la prórroga del estado de alarma, con una risotada más propia de un portero de discoteca que de un servidor público, cuando ya se contaban 47.610 contagiados (oficiales) y 3.434 (oficiales) fallecidos en España.
El pasado 2 de abril según nota firmada por este señor y su compañera Lastra se pedía denunciar los bulos de quienes «.. se valen de la mentira, la manipulación y la insidia para justificar la voladura de la unidad de acción que necesita este país… No cejéis en la tarea de ser activos desmontando a quienes, con tal de desgastar al Gobierno, y aun a costa de ahondar en la desesperanza de la sociedad, prefieren convertirse en instigadores de la adversidad a arrimar el hombro».
Creo que cualquier persona decente, al margen de ideologías, queremos el bien para todos y no nos quedamos en la mentira y en la justificación.
Como veo que nadie pide perdón ni se excusa, me pregunto si será un bulo que el gobierno desoyó los sucesivos llamamientos de la OMS y de la UE para hacer acopio sanitario durante los inicios de la explosión del Covid-19.
Me pregunto si será un bulo que en informe de la OMS de 5 de diciembre de 2019 respecto a la aparición de coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) se decía en el mismo que «dadas la situación actual y la información disponible, la OMS alienta a todos sus Estados Miembros a que mantengan la vigilancia de las infecciones respiratorias agudas y estudien con detenimiento todos los casos inusuales».
Me pregunto si será un bulo que el brote de enfermedad por coronavirus (COVID-19) que fue notificado por primera vez en Wuhan (China) el 31 de diciembre de 2019.
Me pregunto si será un bulo que el 30 de enero de 2020 la OMS emitió una alerta sanitaria internacional declarando la emergencia global por el coronavirus incluyendo a todos los países de la UE.

«Me pregunto si será un bulo que desde el 30 de enero de 2020 el Ministerio de Sanidad asumió la competencia de vigilancia de la salud pública»
Me pregunto si será un bulo que desde el 30 de enero de 2020 el Ministerio de Sanidad asumió la competencia de “vigilancia de la salud pública” como consecuencia de la alerta sanitaria de la OMS dado que el artículo 14 de la Ley General de Sanidad Pública (Ley 33/2011, de 4 de octubre, con sus últimas modificaciones de 28 de marzo de 2014) afirma que corresponde al Ministerio de Sanidad la asunción de funciones en materia de vigilancia en salud pública relativas a «la gestión de alertas de carácter supra autonómico o que puedan trascender del territorio de una comunidad autónoma y la gestión de alertas que procedan de la Unión Europea, la Organización Mundial de la Salud y demás organismos internacionales y, especialmente, de aquellas alertas contempladas en el Reglamento Sanitario Internacional«.
Me pregunto si será un bulo que el doctor Simón, con lo que ya debería conocer, aseguró el pasado 31 de enero tener el convencimiento de que en España no habría «más allá de algún caso diagnosticado» y «esperamos que no haya transmisión local. Si la hay, estará muy limitada y muy controlada«, «con la información que tenemos ahora mismo, hay indicios de que esta enfermedad sigue sin ser excesivamente transmisible», apuntando «por lo tanto parece, según número de casos diagnosticados día a día, que la epidemia comienza a remitir».
Me pregunto si será un bulo que con esta información y con la acumulada a lo largo del mes siguiente avalaría la participación de la ciudadanía en convocatorias multitudinarias como la manifestación del 8-M.

«Me pregunto si será un bulo que el día 3 de febrero, cinco días después de la declaración de alerta sanitaria, el Gobierno desoyó en informe de la OMS «
Me pregunto si será un bulo que el día 3 de febrero, cinco días después de la declaración de alerta sanitaria, el Gobierno desoyó en informe de la OMS sobre preparación estratégica y respuesta al Covid-19 en el que se aseguraba que «las medidas de prevención y control son absolutamente esenciales para garantizar que los trabajadores sanitarios sean protegidos».
Me pregunto si será un bulo que el gobierno no considerara oportuno la posibilidad de comprar remanente de equipamiento de protección como mascarillas, guantes, gafas protectoras, respiradores, batas quirúrgicas o camas tras el aviso de la OMS de 11 de febrero de 2020.
Me pregunto si será un bulo que durante los días 12 y 13 de febrero se publicaban las noticias en las que el Gobierno insistió en que no había razones sanitarias para anular el Mobile World Congress de Barcelona cuando la vicepresidenta Carmen Calvo descartaba la suspensión a alguna alerta sanitaria afirmando que «la suspensión no es por coronavirus, es por otras razones«. El ministro de Sanidad decía que «no hay ninguna razón de salud pública que nos aconseje no celebrar ningún evento previsto en Barcelona, en Cataluña o el resto de España», para suspender el congreso y Carmen Calvo defendía que España tiene «garantías sanitarias suficientes«.