
«El título, la portada del recientemente publicado libro al que el ilustre marqués de Galapagar dio por titular Verdades a la cara … Arreglao»
Cuenta, el ilustre marqués de Galapagar,
-en un mamotreto fruto de su gran intelecto-
(‘Verdades a la cara’ lo dio en titular…
él, que miente más que un puto camandulero),
cuenta, les decía, pues, nuestro marqués pendejo,
que la política le hacía, como poco, diez años más viejo,
de suerte que se siente ahora, que ya le queda lejos,
cual vigoroso osezno recién salido de hibernar.
Todo eso, por tanto, que ha ganado el periodismo,
ámbito en el que se miente más aún que en el político:
En algo podrá decir, al menos, haber podido prosperar.