Rafael Gómez de Marcos 
«El mensaje camuflado de humor de Antonio Castelo se limita a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente»
Pasó su adolescencia en Hospital Militar de Mislata (Valencia) donde trabajaba su padre como médico.
El Terrat lo contrató como colaborador para el programa Buenafuente.
En 2007 pasó a formar parte del equipo de reporteros de CQC (Telecinco). En el 2010 fue guionista en el late show UAU! (Cuatro) y junto a David Broncano.
En el año 2014 se estrenó en Paramount Comedy como monologuista.
Durante los años 2015 y 2016 condujo un late night de comedia en la madrugada de la Cadena SER, donde comenzó a colaborar en el 2012 en la tertulia de humoristas de A Vivir que son dos días, dirigido por Javier del Pino.
En el año 2019 volvió a la televisión generalista Cuatro copresentando el programa Todo es mentira, el cual sigue presentando en la actualidad.
Entenderán ahora porque todos los chascarrillos de este sectario y estomago agradecido van dirigidos contra el PP y contra Vox. El tonto útil que necesita la izquierda mediática para la exageración y desfiguración del adversario político, que tiene muy claro que la capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
Su mensaje camuflado de humor debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. El método construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias, que puedan convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad. Este es Antonio Castelo.
