
«Socialismo de la miseria climática en su máximo esplendor, puro autoritarismo diciéndote a qué temperatura poner el aire acondicionado»
Nuevas sanciones, esta vez denominadas restricciones energéticas, camufladas en medidas de «ahorro energético«, aprobadas por el Consejo de ministros. Mismo perro distinto collar, una vez más se deben a renovadas prohibiciones a las que nos lleva sometidos el ejecutivo desde hace ya 2 años, aprovechando situaciones de fuerza mayor externas, para imponer su agenda totalitaria. Primero fue el pretexto del covid-19 para coartarnos inconstitucionalmente derechos y libertades fundamentales y ahora la guerra de Ucrania. Todo ello, mientras se rigen por agendas totalitarias ecológicas que son las que se deben cambiar y realmente causantes del encarecimiento de la energía, pero que a su vez imponen prohibiciones absurdas a la ciudadanía que únicamente lejos de solucionar problemas generan inseguridad espantando al turismo y el consumo, provocando aún más pobreza a las clases medias y trabajadoras, a la vez que la clase dirigente se limita a quitarse una corbata tras utilizar el Falcon.
Temperaturas de aire acondicionado no superando los 27º, la calefacción en invierno no traspasando los 19º y cerrando las puertas de los locales cuando esté funcionando el aire acondicionado o la calefacción, con un sistema de cierre automático. Por si esto fuera poco se deberán apagar las luces de los escaparates e iluminación de edificios públicos que no estén en uso. Resumiendo, ríanse ustedes del franquismo, que añadiéndole a estas majaderías las recomendaciones del bajo consumo de carne y del bajo gasto de luz, agua y transporte, la maravillosa y tan progresista Agenda 2030 resulta que tiene como objetivo volver a la España de la posguerra de hambre y miseria en la cual calzar alpargatas era un lujo social. Nuevas prohibiciones cada minuto.
Pero queridos lectores, no me sean insolidarios, hay que apagar la Alhambra, la Giralda y el Alcázar de Toledo, aunque esto genere inseguridad y espante al turismo y el consumo, provocando oscuridad, pobreza y tristeza, para impartir chochocharlas y seguir regando los 20.000 millones de gastos inútiles de los 22 ministerios del Gobierno de la nación. Verán ustedes como Yusuf y Mohamed aprueban apagar el alumbrado eléctrico a partir de las 22h. Bienvenidas todas a “Expediente Warren”.
En definitiva, lejos de ponerse ellos límites a su despilfarro económico y cesar de una vez tales políticas ecologistas que hacen vernos en esta situación, dependientes del gas ruso por la tan maravillosa y extraordinaria idea europea de cerrar nuestras centrales nucleares tan perjudiciales para el “clima cambiático” llamado Manolo que cuando regresa de trabajar incendia los bosques. Se decide poner límites a la población con amenazas de multa que oscilan entre los 60.000 y 600.000 euros por poner la calefacción en invierno. E incluso tachando a las Comunidades Autónomas de no cumplir la ley tras haberles sido declarados 2 estados de alarma y 1 cierre del Congreso inconstitucionales, excarcelar a terroristas e indultar a golpistas. Socialismo en su máximo esplendor, autoritarismo aplicando el mismo plan criterial repentino tras una reunión de la noche a la mañana, en un pueblo que en una ciudad como Madrid, diciéndote a qué temperatura poner el aire acondicionado, cuando apagar el escaparate de tu negocio, qué comer, con quién acostarte y cómo desplazarte, reescribiendo la historia en los libros de texto de los más pequeños.